Continuó por algunas jornadas internándose en el
desierto; pero abandonado por el Gobierno de Córdoba que no le
envió reses para proveer a su valerosa división, tuvo que
emprender la retirada, comiendo sus propios caballos.
El general Quiroga, como hemos dicho, no se movió; y el
ejército que él debió dirigir, fue confiado al Fraile
Aldao, quién costeó el río Chadileuvú hasta la
laguna Amarga y fue obligado a retroceder por la deserción y las
sublevaciones de la tropa.
Así, pues, la expedición de 1833, fracasó
en su objetivo de avance de las fronteras a consecuencia de la retirada de las
divisiones del Centro y de la Derecha.
El Gobierno de Chile había sido invitado también
a concurrir a la expedición desde 1831, con el objeto de avanzar
combinadamente las fronteras de ambas repúblicas. Parece que el gobierno
chileno pensaba destacar al general Bulnes con un cuerpo de ejército que
debía darse la mano con el general Pacheco en las Manzanas; pero Chile se
excusó en 1833 de no haber tenido tiempo para ponerse de acuerdo con los
pueblos trasandinos a fin de batir al enemigo común. El general D.
Ángel Pacheco había costeado el río Negro hasta las sierras
que se hallan al Oeste de su confluencia con el Neuquén, que fueron
denominadas Sierras de Rosas.
Por el lado del río Negro el general Pacheco
había ocupado Choele-Choel y sus comunicaciones con el Colorado y Buenos
Aires estaban aseguradas por medio de una línea de fortificaciones que
partían de aquel río hasta el Salado.