Al recomendar esta solución Azara dice que le
"ha parecido indicar a S. M. otro medio de asegurar la
tranquilidad y posesión de las Pampas en mayor brevedad, ventaja y
extensión".
Afianza su opinión en los resultados del viaje consumado
por Villarino, discute las ventajas políticas y económicas de la
línea del río Negro y concluye así:
"Tenemos franca la entrada en el río Negro y un
establecimiento, chalupas y carretas en su boca: todo está incitando a
continuar."
Tales son los precursores de la traslación de la
Frontera sur de la República al río Negro, cuya iniciativa
debía recibir en nuestro siglo el concurso de la opinión radical
de los que conocen la cuestión y consultan los grandes intereses
políticos, diplomáticos y económicos de la
Nación.