La exploración del río Negro por Villarino, la
fortificación de un costado de Choele-Choel realizada por él y la
agitación que estos hechos determinaron entre los indios, contribuyeron a
acentuar el movimiento reaccionario contra el sistema ineficaz de la defensa de
la frontera sur, revelando que aquel viaje, hecho con diferente designio,
había dado, sin embargo, el resultado importante de descubrir la
verdadera línea definitiva de la frontera sur, en la guerra del
Virreinato de Buenos Aires contra los indios.
La propaganda se fortifica a consecuencia de los desastres de
la crisis fronteriza de 1768 a 1796, en que los principales jefes de frontera
reclamaban en vano del Virrey el avance de las líneas al sur del Salado,
por lo menos.
La exploración de Villarino, realizada desde 1782 a 1783
origina la memorable presentación de 1º de mayo de 1784, dirigida al
Marqués de Loreto, Virrey y Capitán General de las Provincias del
Río de la Plata, por D. Francisco de Viedma, Gobernador e Intendente de
las Provincias de Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba y comisario
superintendente de los establecimientos de la costa Sur.
En ella el ilustre español hace presente las grandes
ventajas que se ofrecían para el comercio de Cuyo y del sur de Chile con
los descubrimientos de Villarino, pues había una nueva arteria de
circulación humana que ahorraba grandes distancias; y agregaba que, a su
juicio, era punto más importante y en que estribaba toda la felicidad de
Buenos Aires, la tarea de evitar el destrozo de ganado que causaban los indios
en la campaña de esta provincia.