Veamos cómo condensa Reyes, a quien extractamos en
seguida, el resultado de las operaciones:
Instalado el cuartel general de Rosas en el río
Colorado, desprendió una fuerte división al mando del general
Pacheco, con orden de arrollar a los indios hasta el otro lado del río
Negro y recorrer sus dos márgenes hasta las Manzanas.
Con el mayor éxito se llevó a cabo este detalle
esencial de la empresa, y marchando Pacheco de triunfo en triunfo, llevó
por delante a los indios que encontró a su paso, haciéndoles
salvar el río Negro.
Era el rigor del invierno y venciendo inconvenientes y
contrariedades de todo género, fueron hasta la isla de Choele-Choel,
teniendo que pasar por sobre el hielo para llegar allí.
La escasez en que habían quedado aquellas fuerzas, por
falta de cooperación del gobierno, era espantosa. Había coraceros
que no tenían más abrigo que el hierro de su coraza sobre una
pobre camisa de algodón.
La falta de provisión llegó a tal punto, que las
fuerzas de Pacheco tuvieron que comer los caballos más inútiles,
mientras que en el cuartel general de Rosas apenas se carneaba cada ocho
días.