Claudio de Alas escribió esta novela en Santiago
de Chile. ¿Podré afirmar, sin ofender a Chile, que los, personajes
de este libro son chilenos y de alcurnia elevada? ¿Me asistirá el
derecho de repetir algunas confidencias de Claudio sobre los protagonistas de su
drama? No... Pero, cúmpleme confesar que el autor de "La herencia de
la Sangre" se paseó con su obra bajo el brazo, por todas las casas
editoras de Chile. Ninguna quiso aceptarle su libro.
"Es hermoso, -le dijeron.- Sin embargo, no es posible editarlo todavía, porque la alta sociedad de Chile va a indignarse ante la descripción de sus defectos".
Los cándidos editores no eran justos. La vanidad los puso ciegos. Los "defectos" que Claudio de Alas fustiga en su novela, no son defectos solamente de Chile. Son defectos humanos... Pero los editores le dijeron:
"Mucha gente va a darse por aludida en su novela".