-¿...........?
-Siga con los lavajes. Lo más
calientes que pueda resistirlos. Después pasaremos a las inyecciones -y agregó como para tranquilizarlo: creo que ya no necesitará más cauterizaciones. Régimen. Régimen, mi amigo!...
El joven pareció darle las gracias con el gesto.
Era el "caso" de Víctor Bernal uno de los más funestos y raros que pudiera darse.
Su cuerpo blanco y duro, aparecía lleno de ulceraciones; infecto, mordido aquí y allá por la garra implacable del "Mal terrible", del Mal universal...