-Sí. ¿Creéis por ventura que fue al desgraciado criado al que
quisieron envenenar? No, no; como el Polonio de Shakespeare, ha muerto por otro.
El señor Noirtier debía beber la limonada y la bebió según el orden lógico de
las cosas. El otro sólo la tomó por casualidad y aunque Barrois es el muerto, el
señor Noirtier era el que debía morir.