-Sí, porque no puedo seguiros más lejos y me detengo al pie del
cadalso. Llegará el momento en que alguna otra revelación terrible ponga fin a
ese espantoso secreto. Adiós.
-Doctor, os ruego...
-Los horrores que manchan vuestra casa la hacen odiosa y fatal.
Adiós.
-Una palabra, una sola palabra aún, doctor, me dejáis en una
situación espantosa que habéis aumentado con vuestras revelaciones. ¿Qué se dirá
de la muerte de este antiguo criado?