Luego terminó el sermón. Mark Twain regresó en el carro con el
sacerdote. El sacerdote no podía preguntar; permanecieron en silencio. Justo
cuando Mark Twain estaba saliendo del carro el sacerdote dijo: "No has dicho
nada sobre mi sermón". Mark Twain dijo: "No es nada nuevo. Tengo un libro en mi
casa y simplemente lo has copiado de ahí. Este sermón es una copia y no me
puedes engañar. Puedes engañar a esos tontos ahí en la iglesia. Yo soy un hombre
de letras y estudio, y por coincidencia sólo ayer en la noche estuve leyendo ese
libro".
El sacerdote no lo podía creer. El dijo: "¿Qué estás diciendo?
No lo he copiado de ninguna parte. ¡Es imposible!" Mark Twain dijo: "Todas las
palabras que has dicho están ahí y mañana te enviaré el libro". Llegó el día
siguiente; le envió una copia de un gran diccionario y le dijo: "¡Ahí puedes
encontrar todas las palabras!"
Esto es la mente del analista. El puede matar una poesía
inmediatamente. Puede decir que es tan solo un arreglo de palabras. No puede ver
entre las palabras, no puede ver entre las líneas -y la poesía existe ahí. Y la
belleza existe ahí, y el éxtasis y Dios y todo lo que tiene significado siempre
existe entre las palabras, entre las líneas. La semilla de mostaza es la más
pequeña y contiene lo más grande. No puedes ver a Dios porque él es lo más
pequeño -la semilla de mostaza- pero puedes ver el universo. Y si el universo
está ahí, la semilla debe estar ahí. ¿Cómo puede haber un árbol sin su semilla?
¿Puede haber un árbol sin su semilla? Ya sea que la puedas ver o no, ése no es
el asunto. ¿Puede haber este universo sin una causa final? ¿Sin su fuente? El
Ganges está ahí - ¿puede existir el Ganges sin tener una fuente? Y este vasto
universo -¿y crees que pueda existir sin una fuente?
No sólo este vasto universo... sino tal armonía en él, tal
sinfonía universal, tal sistema universal. No es un caos -tanta disciplina en
él, todo en su sitio correcto. Y aquellos que saben bien, dicen que este es el
mejor de todos los mundos posibles; nada puede ser mejor que esto.
Debe haber una semilla, pero la semilla es muy pequeña, más
pequeña que la semilla de mostaza. La semilla de mostaza es usada como un mito,
para indicar. Ellos eran pescadores, labradores y jardineros que preguntaban, y
ellos entendían la parábola, la parábola de la semilla de mostaza.
Si tú la disectas te la perderás. Si disectas la religión, te
la perderás; bien la puedes ver directamente sin disectarla o no la puedes ver.
Hay una forma que utiliza la confianza: en la semilla no puedes ver al árbol,
pero puedes ir y sembrar la semilla en la tierra -esto es lo que la confianza
hará. Dirá: "Bien, esto es una semilla; confío en que se convertirá en un árbol
e iré y la pondré en la tierra. Buscaré un terreno apropiado y protegeré la
semilla. Y esperaré y oraré, y amaré y esperaré; soñaré..."