La confianza ha desaparecido. Recuerda esto: que Jesús vivió en
una época de confianza, de profunda confianza. Toda su gloria, todo su
significado puede ser entendido sólo a través de la dimensión de la
confianza.
Ahora entraremos a esta pequeña parte del dicho de Jesús:
Los discípulos le dieron a Jesús: "Dinos a que se parece el
reino de los cielos".
Ellos no eran preguntones, no eran gente curiosa, no iban a
discutir. Su pregunta era inocente. Cuando una pregunta es inocente, sólo
entonces un Jesús la podrá responder.
¿Cuándo es inocente una pregunta? ¿Sabes? Si ya sabes la
respuesta, entonces la pregunta no es inocente. Preguntas: "¿Hay Dios?" y ya
tienes la respuesta. Sabes qué sí, que hay, y has venido hacia mí sólo para
confirmarlo. O sabes que no hay ningún Dios, y vienes para ver si este hombre
sabe o no. Si es que ya tienes una respuesta, entonces la pregunta es astuta,
entonces no es inocente. Entonces no puede ser respondida por un Jesús, porque
un Jesús sólo puede responder a la inocencia.
Cuando un discípulo pregunta, no hay respuesta en su mente. El
no sabe, simplemente él no sabe, por eso es que está preguntando. Recuerda eso:
cuando preguntes algo, recuérdalo bien, ¿estás preguntando porque ya tienes la
respuesta? ¿Estás preguntando en base a tu conocimiento? entonces no podrá haber
contacto. Entonces aún si respondo, la respuesta nunca te llegará. No estás
suficientemente vacío para recibir la respuesta. La respuesta ya está ahí: ya
estás prejuiciado, envenenado.
Hay dos tipos de preguntas: una que surge del conocimiento
-entonces es inútil. Aquí es posible un debate, no un diálogo. Pero cuando
preguntas porque no sabes, sabiendo bien que no sabes, cuando sabes que: no lo
sé y preguntas, tú te has vuelto un discípulo. Ahora no va a ser una discusión.
Estás sediento y estás pidiendo agua, estás con hambre y estás pidiendo comida.
No sabes y preguntas; estás listo para recibir. Un discípulo pregunta sabiendo
bien que no sabe. Cuando no lo sabes eres humilde. Cuando lo sabes te vuelves
egocéntrico, y un Jesús no puede hablarle a los egos. Los discípulos le
dieron a Jesús -"Discípulos" significa aquellos que están completamente
conscientes de que no saben- "Dinos a que se parece el reino de los
cielos".