Es como el ciego preguntando cómo es la luz. ¿Cómo puedes
preguntar qué es la luz cuando eres ciego? Si preguntas, la misma pregunta anula
la respuesta. No puede ser respondida. La luz puede ser conocida -necesitas
ojos. Pero, "¿como qué es la luz?" significa: "Di algo en el lenguaje del
ciego".
Todas las parábolas son verdades en el lenguaje del ciego;
todas las mitologías son verdades vestidas en el lenguaje del ciego. Así que ¡no
las disertes! No encontrarás nada ahí. Son tan solo indicaciones. Y si confías,
las indicaciones son maravillosas.
En un templo en el Japón no está la estatua de Buddha. La gente
entra y pregunta "¿Dónde está la estatua?" No hay estatua, pero en el pedestal
hay un dedo señalando hacia el cielo -y eso es Buddha. El sacerdote dirá: "Esto
es Buddha". No sé si es que el sacerdote lo entiende o no -ese dedo señalando a
la luna. ¿Qué es un Buddha? ¡Simplemente un dedo señalando a la luna!
Los discípulos preguntan cómo es el reino de los cielos:
"Dínoslo en una parábola, en una historia en la cual nosotros, niños, podamos
entender. No sabemos, no tenemos ninguna experiencia, di algo que nos pueda dar
un vislumbre".
Jesús les dijo: "Es como una semilla de mostaza -más pequeña
que todas las semillas, pero cuando cae en la tierra fértil produce un gran
árbol y llega a ser el refugio de todos los pájaros del cielo".
Esto, la semilla de mostaza, Jesús lo ha usado muchísimo, por
muchas razones: uno, la semilla de mostaza es la semilla más pequeña. Dios es
invisible, más pequeño que lo más pequeño. ¿Desde dónde puedes ubicarlo? En el
límite está la semilla de mostaza, la más pequeña; más allá de la cual no serás
capaz de entender, porque más allá está lo invisible. La semilla de mostaza es
el límite, lo más pequeño en el mundo de lo visible -puedes verla pero es muy
pequeña. Si vas más allá, entrarás en el mundo de lo sutil, más pequeño que lo
más pequeño; esto existe en el limite.
Y esta semilla de mostaza no sólo es la más pequeña, sino que
tiene una cualidad muy misteriosa: cuando crece se convierte en el árbol más
grande. Así que es una paradoja: la semilla es la más pequeña y el árbol es el
más grande. Dios es lo invisible y el universo es lo más visible; el universo es
el árbol y Dios es la semilla; Dios es lo no manifestado y el universo es lo
manifestado.