El hombre corriente vive en el pasado -y para el hombre
corriente el pasado es más importante, porque ya esta establecido, es sólido.
tiene muchos intereses en el pasado, mucha inversión en el pasado. Por ejemplo,
si de repente me acerco a ti y te digo que la manera en que has orado es
incorrecta, y has estado orando de esa manera durante cincuenta años -entonces
es mucho lo que está en juego. El creerme supondrá poner en duda cincuenta años
de tu propia vida; el creerme equivale a aceptar que has sido un bobo durante
cincuenta años. ¡Es demasiado! Lucharás, te defenderás.
Y cuando es cuestión de raza... durante miles de años, una raza
completa ha estado haciendo ciertas cosas; y entonces, llega un Jesús y pone las
cosas patas arriba. Todo es nuevamente un caos. Disuelve todo lo que está
establecido, arranca todo lo que se creía importante, crea confusión. Tiene que
hacerlo así, porque te trae la cosa verdadera. Pero durante siglos has creído
que la verdad era otra. ¡Qué elegir: Jesús o tu propio y prolongado pasado? ¿Qué
elegir: Jesús o la tradición?
¿Sabes de dónde viene la palabra "tradición"? Viene de la misma
raíz que la palabra "comercio". También viene de la misma raíz que la palabra
"traidor". La tradición es un comercio, es un negocio -y la tradición es también
una traición.
La tradición cree en ciertas cosas que no son verdad -la
tradición traiciona a la verdad-; por lo tanto, cuando la verdad aparece, hay
conflicto. Lo puedes ver aquí. He nacido Jain, pero ellos no me aceptarán. Aquí
puedes encontrar Cristianos, Judíos, Mahometanos, Hindúes, Budistas, pero muy
pocos Jains. A ellos les es imposible aceptarme. Vino a los suyos, y los
suyos no le recibieron.
Los Jains están demasiado en mi contra. Los Hindúes también lo
están, aunque en menor grado. Pero los Cristianos no, los Judíos en absoluto.
Cuanto más te alejas, menor es el antagonismo. Nací Jain; los Jains son una
pequeña comunidad, rodeada de Hindúes por todas partes. Los Jains son casi
Hindúes: por lo tanto, los Jains será muy antagónicos, los Hindúes un poco menos
y los Mahometanos, Cristianos y Judíos no tanto.