No formará parte del zoo, permanecerá libre. No irá contra la
vida, fluirá con la vida.
Si el hombre y la mujer se llegaran a entender, lo cual no es
tan difícil porque es la cosa más sencilla, dejaríamos de ser animales del zoo;
lograríamos liberarnos del zoo.
¡Esto es lo que nos hace falta...!, liberación del matrimonio.
Y si la mujer creciera en su natural estado salvaje y como desconocidos se
encontraran en amigabilidad, su amor sería de gran profundidad, de inmensa
alegría, una danza de suprema felicidad. No hay contrato, no hay ley, el amor es
la ley en sí mismo.
Y cuando desaparezca se dirán adiós con gratitud uno al otro
por todos estos bellos momentos que han vivido juntos; por todas las canciones
que han cantado juntos, por todas las danzas bajo la luna llena, por todos esos
momentos musicales a la orilla del mar.
Llevarán con ellos todos estos dorados recuerdos y se estarán
agradecidos para siempre. Pero no se opondrán a la libertad del otro, su amor se
lo prohibe. Su amor les debe dar más libertad. En el pasado les dio más
esclavitud.
Hay una tremenda necesidad en Occidente de que la mujer empiece
un nuevo movimiento de liberación, porque las líderes del actual movimiento, no
son meditadoras, no están sanas, son mujeres insanas luchando contra hombres
insanos.
Se necesita tener ideas sanas.
Se necesita una profunda compasión, incluso para aquellos que
te hicieron daño en el pasado de forma inconsciente; no fue intencional. Pero el
daño que el movimiento de liberación de la mujer está haciendo sí que es
intencional, tratando de herir al hombre. Esto es mucho más feo. No ha ido lejos
y no hay muchas mujeres de acuerdo con esas reaccionarias. Un nuevo movimiento
de liberación de la mujer puede atraer a millones de mujeres inteligentes y
comprensivas.