https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El maniquí de mimbre" de Anatole France (página 3) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 18 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  (3)  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13 
 

Y como Roux no admitía el calificativo, el catedrático replicó:

-Yo me entiendo. Llamo "héroe" a todo el que ciñe una espada. Si, además, lo hubieran obligado a llevar una gorra de pelo, entonces lo llamaría "héroe famoso". Lo menos que merecen los mozos elegidos para que se maten en un poco de adulación. Se paga barato su oficio. Celebraría mucho, amigo mío, que no se inmortalizase usted por un acto heroico, y que debiera únicamente a sus conocimientos de la métrica latina las alabanzas de los hombres. El amor que le tengo a mi patria me inspira este deseo. La historia me ha enseñado que sólo aparecen los actos heroicos en las derrotas y en los desastres. Roma, pueblo menos belicoso de lo que se dice y vencido con frecuencia, no tuvo un Decio hasta los mayores apuros. En Maratón, el heroísmo de Cinégiro responde al punto flaco de los atenienses, los cuales pudieron contener al Ejército bárbaro, pero no pudieron evitar que se embarcara con toda la Caballería persa de regreso en la llanura. Tampoco parece probado que los persas mostrasen mucho arrojo en aquella batalla.

Roux dejó su sable en un rincón del estudio, fue a sentarse cerca de su maestro, que le había ofrecido una silla, y dijo:

-En cuatro meses no pude oír una sola frase meditada y culta. Yo mismo, durante cuatro meses, he concentrado todas mis potencias para ser agradable al cabo y al sargento, a los que sólo vencen dádivas. Es la única instrucción militar que poseo perfectamente. Sin duda, es la más importante. Pero he perdido toda mi aptitud para discurrir acerca de ideas generales y sutiles. Por esto me llenan de confusiones los juicios que usted pronuncia acerca de la batalla de Maratón y el carácter bélico de los romanos. Mi cabeza es una olla de grillos.

El señor Bergeret respondió tranquilamente:

 
Páginas 1  2  (3)  4  5  6  7  8  9  10  11  12  13 
 
 
Consiga El maniquí de mimbre de Anatole France en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El maniquí de mimbre de Anatole France   El maniquí de mimbre
de Anatole France

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com