https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El maniquí de mimbre" de Anatole France (página 11) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 18 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  (11)  12  13 
 

-Y los reclutas, ¿qué opinan de su capitán?

-Desconocen su vida y sus costumbres fuera de los actos de servicio.

-Comerá usted con nosotros, amigo Roux ?dijo la señora-. Tendremos un verdadero placer en verle hoy sentado a nuestra mesa.

Esta frase le sugirió al catedrático la idea de una empanada. Cuando la señora de Bergeret hacía de pronto una invitación, era sabido que se aumentaba la comida con una empanada; iban por ella a la pastelería de Magloire, y solían llevarla de pescado, porque son más finas. El señor Bergeret imaginó, desde luego -sin gula ni ansia de goloso, por un fenómeno exclusivo de su inteligencia-, una empanada rellena de huevos o pescado, que humeaba en la fuente redonda con filete azul sobre un mantel adamascado. Visión profética y vulgar. Luego discurrió que su esposa, Amelia, debía de sentir por su discípulo una señalada preferencia, pues raras veces hizo tales ofrecimientos. Amelia se preocupaba, con razón, del gasto excesivo y del trajín que ocasiona un convite en una mesa modesta. Los días en que tuvo algún invitado se distinguieron siempre por un estrépito de vajilla rota, chillidos horribles y lágrimas tumultuosas de la joven criada, Eufemia; por un humo asfixiante que difundía en toda la casa un tufillo de cocina, y al invadir el estudio donde Bergeret se recogía para trabajar disipaba las imágenes de Eneas, de Turno y de la tímida Lavinia. Sin embargo, le satisfizo mucho saber que su discípulo predilecto comería con ellos aquella noche, porque le agradaba el trato social, y se complacía en las conversaciones prolongadas.

La señora de Bergeret añadió:

 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  (11)  12  13 
 
 
Consiga El maniquí de mimbre de Anatole France en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El maniquí de mimbre de Anatole France   El maniquí de mimbre
de Anatole France

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com