SALUDO al Buda que hay en ti. Puede que no seas consciente de ello, puede
que ni siquiera lo hayas soñado -que eres un Buda, que nadie puede ser otra
cosa, que el estado de Buda es el centro esencial de tu ser, que no es algo que
tiene que suceder en el futuro, que ya ha sucedido. Es la fuente de la que tú
procedes; es la fuente y también la meta. Procedemos del estado de Buda y vamos
hacia él.
Esta sola expresión "Estado de Buda" lo contiene todo -el
círculo completo de la vida, del alfa al omega.
Pero estás profundamente dormido, no sabes quién eres. No es
que tengas que convertirte en un Buda, sino únicamente tienes que reconocerlo,
nenes que volver a tu propia fuente, tienes que miro dentro de ti mismo. Una
confrontación contigo mismo revelará tu estado de Buda. El día que uno llega a
verse a sí mismo, toda la existencia se ilumina. ¿Cómo puede una persona
iluminarse? La idea misma de ser una persona es parte de la mente no iluminada.
No es que yo me haya iluminado; uno tiene que abandonar el "yo" antes de
poder iluminarse, así que ¿cómo puedo "yo" iluminarme? Es absurdo. El día que yo
me iluminé toda la existencia se iluminó. Desde ese momento no he visto otra
cosa que Budas -de muchas formas, con muchos nombres, con mil y un problemas,
pero Budas a pesar de todo.
Así que saludo al Buda que hay en ti.
Me alegra inmensamente el que tantos Bu das se hayan reunido
aquí. El mero hecho de que hayáis venido a mí a este lugar es el principio del
reconocimiento. El respeto que hay en tu corazón por mí, el amor por mí que hay
en tu corazón, es respeto y amor por tu propio estado de Buda. La confianza en
mí no es confianza en algo extrínseco a ti, la confianza en mí es confianza en
ti mismo. Confiando en mí aprenderás a confiar en ti mismo. Acercándote a mí, te
acercarás a ti mismo. Sólo hay que lograr un reconocimiento. El diamante está
ahí -te has olvidado de él, o nunca te has acordado de él desde el
principio.