Buda puede venir y tocar tu cuerpo y sanar tu cuerpo. Puede
hacerse cuerpo, pero ésa es su libertad. Puede hacerse mente y puede hablarte y
explicarte cosas, pero nunca es la mente. Llega y se pone tras la mente, la usa,
al igual que tú conduces tu coche -tú nunca te conviertes en el coche. El usa
todos estos peldaños, él es toda la escalera. Pero en última instancia, su
perspectiva sigue siendo de lo trascendental. Esa es su naturaleza.
"Avalokita" significa el que mira al mundo desde el más
allá.
Avalokita, El Sagrado Señor y Bodhisattva
se internaba en el profundo curso de la Sabiduría
que ha ido más allá.
El sutra dice: este estado del más allá no es una cosa
estática. Es un movimiento, es un proceso, como un río. No es un sustantivo, es
un verbo. Continúa abriéndose. Es por esto por lo que los hindúes lo llaman el
loto de los mil pétalos -"mil" significa simplemente infinitos. Es simbólico del
infinito. Pétalos sobre pétalos, siguen abriéndose pétalos sobre pétalos sin
fin. El viaje comienza pero nunca finaliza. Es una peregrinación eterna.
Avalokita, El Sagrado Señor y Bodhisattva,
se internaba en el profundo curso de la Sabiduría
que ha ido más allá.