Esta diferencia radical se manifiesta en la manera de interpretar la naturaleza el concepto de naturaleza y de utilizarlo como medio de investigación y de expresión. Para el romanticismo francés, el concepto de naturaleza guarda un contenido esencialmente antropológico; implica la igualdad entre los hombres, la bondad primigenia, la libertad y la fraternidad posibles. Salvo en Chateaubriand, abuelo, por el estilo, por la ideología, del romanticismo reaccionario en Francia. (Salvo incluso Vigny, lo que se vincula con su actitud social y política.) En el romanticismo alemán, el concepto de naturaleza toma un sentido cosmológico; designa "el mundo", la inaccesible profundidad, el abismo, la fuga al fondo de la existencia o la existencia sin fondo, para la cual es preciso hallar un "medium". La naturaleza contiene la palabra del enigma humano, no lo contrario. Un camino distinto se devela en la vida social. Para descifrar el enigma, el poeta aporta su fuego.
Los "románticos" franceses se remiten mucho más a Rousseau y a los pensadores que prepararon la Revolución sobre el terreno ideológico, que a los románticos alemanes, a pesar de las influencias innegables de éstos sobre aquellos. No se los puede entonces denominar "románticos" sino disociando el sentido de esta palabra, precisándola.
El movimiento literario correspondiente al romanticismo alemán no se desarrolla en Francia sino después de 1848, y en una situación análoga, con los mismos caracteres: aceptación de la sociedad burguesa como si constituyera lo "real" (después del fracaso de la Revolución); salvación humana por la huida hacia el sueño, el ideal, el pasado, el mito, el arte por el arte, etcétera.
¿Quién introdujo en Francia los temas de Novalis, a saber: el mineral, la piedra, el metal, como símbolos cosmológicos? Baudelaire. Que Baudelaire les haya agregado un terrorismo literario anti-burgués tiene cierta importancia, pero no modifica en nada el asunto. ¿Quién expresa en densas y claras fórmulas los temas que abundan en Hoffmann, según las cuales cada ser es un otro? Rimbaud.
Estos análisis diacrónicos, desintegrando el concepto habitual del "romanticismo", llevan a una "periodización" de nuestra historia literaria bastante distinta de la que se admite corrientemente. El período 1750-1848 (aproximadamente) constituye una "época" marcada por las dos revoluciones burguesas, su preparación y las decepciones que ellas comportan. La quiebra se produce en 1848. El fracaso de la Revolución (en el curso de la cual entra en escena el proletariado) seguido muy pronto del fracaso de la Comuna, marca el principio de otro período. ¿Cuándo finaliza éste? En nuestros días. El surrealismo, como el simbolismo, fueron prosecución, etapas de la degeneración del antiguo "romanticismo".