El plano de la expresión en la narración es de la misma forma
que la historia representa el plano del contenido. La conversión de la
"historia" en "discurso" es mediante una estructura formal que implica tres
acciones conjuntas: la modalización, la temporalización y la
espacialización. Así, la
sustancia del contenido es la historia o argumento, y el continente o expresión
formal es el discurso narrativo.
Finalmente, existen varias formas de organizar las ideas en una
narración, las principales son:
- Clásica
- Inductiva
- Deductiva
La organización clásica la constituyen tres partes:
introducción, desarrollo y conclusiones. Es la forma propia del teatro clásico
(presentación, nudo y desenlace) y de la mayoría de las narraciones. Se intenta
generar una tensión que va creciendo en el transcurso de la narración para
terminar explotando en el último acto.
Por otra parte, se tiene la organización inductiva. El
narrador describe uno o varios casos que demuestran una teoría o una visión de
la realidad. De nuevo se encuentra una tensión narrativa que intenta atar al
lector o espectador.
Por último, está la organización deductiva. Se parte de
un enunciado fundamental para exponerlo en el desarrollo de la narración. La
información esencial se ofrece en la primera parte deshaciendo así toda la
tensión narrativa. Este modelo corresponde con el periodístico de "pirámide
invertida". La cantidad de información decrece de la prima parte a la última. La
principal ventaja de este modelo es que permite varios análisis según el interés
del lector o espectador. A usuarios diferentes respuestas
diferentes.