Por ejemplo, cuando se analiza a un cuento neofantástico como
La
metamorfosis de
Kafka, se sabe de antemano que no se debe suponer que Kafka vio alguna vez una
transformación semejante en la vida real. Pero cuando se lee un cuento
neorrealista como De color modesto de Ribeyro, se espera que las leyes de la
naturaleza sean respetadas, y se supone, que se verán eventos que bien pueden
haberle sucedido a alguien en una ciudad que esconde la discriminación racial
tan bien como cualquier otra.
Del mismo modo, sin que nunca se hayan dicho específicamente
qué pasos seguir en el caso de un cuento, de un poema de Chocano, de un poema de
Eguren o de un artículo jurídico de una revista universitaria de Derecho, lo
cierto es que cada uno de esos textos será leído de modo distinto puesto que son
discursos de distintos tipos. Es decir, cada uno de esos textos se ciñe a
esquemas discursivos diferentes y consagrados por tradiciones diferentes.
Los discursos narrativos son ficciones que refieren a
mundos
verbalmente y audiovisualmente posibles y
fundamentados en sí mismos. Estos discursos son intransitivos puesto que se
encierran en sí mismos o, lo que es lo mismo, no refieren ni a los objetos ni a
los eventos del mundo real. En este sentido, los
discursos literarios son inútiles, si se les mide con los parámetros
"pragmáticos" y "mercantiles" que parecen gobernar el mundo en estos días. Es
decir, la literatura y el cine no sirven para construir tractores, no
desarrollan teorías científicas ni tecnológicas ni proporcionan herramientas
para llevar mejor la contabilidad de una empresa. Sin embargo, la literatura y
el cine son también una mercancía para la que hay un mercado. Varios mercados en
realidad, pues la industria editorial y los mercados masivos, condicionan las
características de una buena cantidad de libros y películas de modo diferente a
los condicionamientos de las obras de arte de circulación restringida. El
artista pues, siempre se enfrenta a la disyuntiva de producir para la gran
industria
cultural, de
hacer obras para los más restringidos círculos intelectuales o de hacerlo al margen de los
circuitos de producción, circulación y consumo.