El tercero es el sicológico.
Adler vive en el mundo de lo sicológico, la voluntad de poder;
al menos algo -muy egoísta, pero al menos algo; un poco más abierto que Freud.
Pero el problema es que, de la misma forma que Freud lo reduce todo a sexo,
Adler va reduciéndolo todo al complejo de inferioridad. La gente intenta hacerse
grande porque se siente inferior. Una persona que intenta iluminarse es una
persona que se siente inferior, y una persona que intenta iluminarse es una
persona que está en un "sueño de poder". Esto está absolutamente equivocado,
porque hemos visto personas -Buda, Cristo, Krishna,...- tan absolutamente
entregadas, que sus conductas no pueden ser calificadas de "sueños de poder". Y
cuando Buda florece no tiene ideas de superioridad en absoluto. Reverencia a la
totalidad de la existencia. No tiene ninguna idea de ser más sagrado que nadie,
en absoluto. Todo es sagrado, incluso el polvo es divino. No, no está
considerándose superior, y no está luchando para hacerse superior. No se sentía
inferior en absoluto. Había nacido rey; no había ningún problema de
inferioridad. Estaba en la cumbre desde el principio, no había ningún problema
de inferioridad. Era el hombre más rico del país, el hombre más poderoso de su
país: no había más poder que conseguir, más riquezas que conseguir. Era uno de
los hombres más bellos que han nacido en esta tierra, su amada era una de las
mujeres más hermosas. Todo estaba a su alcance.
Pero Adler seguiría buscando alguna inferioridad porque no
podría creer que un hombre pueda tener otra meta que el ego.
Es mejor, mejor que Freud, un poco más elevado. El ego está un
poco más alto que el sexo; no mucho más, pero sí un poco más alto.