Este libro es una invitación a indagar más profundamente dentro
de nuestra propia experiencia, especialmente en las difíciles áreas donde
parecemos estar más inseguros. Aquí, frente a los grandes misterios de la vida,
en la oscuridad de nosotros mismos, residen los portales a una nueva
posibilidad. Aquí está el potencial para la evolución del alma y la inteligencia
de la humanidad. Antes de que definamos nuestra experiencia, antes de que
aceptemos los rótulos de nuestros pensamientos y sentimientos condicionados
debemos aprender a crear un espacio de no saber, un espacio de apertura a una
nueva interpretación.
No nos adentramos en lo desconocido sin preparación. Igual que
escalar una montaña sin el equipo o la técnica apropiada eso sería
innecesariamente temerario. Pero, si bien la preparación es esencial, no es el
viaje. En el viaje de transformación es fácil confundir los pasos preparatorios
-nuestras imaginaciones acerca del viaje, nuestras técnicas para alterar la
consciencia y producir nuevas introspecciones- con el cambio real. Mucha gente
se convence así misma de que las nuevas experiencias, las modificaciones
parciales de consciencia y comportamiento producidas por estas técnicas son la
nueva posibilidad. Y su indagación se hace más lenta o cesa. Muchos sienten que
han encontrado una nueva identidad y están contentos de llamarle a eso
transformación. Muchos siguen adelante y se convierten en maestros y trabajan
para salvar al mundo, sin jamas haber pasado a través del período de
restructuración fundamental necesaria para el alumbramiento de un vivir
verdaderamente nuevo. Algunos aún van tan lejos como para crear un nuevo
fundamentalismo a partir de estas herramientas y prácticas preparatorias.
Pero la trasformación genuina es mucho más exigente, y mucho
más ambigua en sus implicaciones para la vida. Para empezar, es un cambio
fundamental en la calidad de la energía que anima nuestra consciencia. Si
imaginamos que nuestros estados de consciencia son notas en una escala, la
primera, una nota baja, representa nuestro estado básico, la segunda, una nota
elevada y pura representa la nueva energía después de la apertura. El cambio a
una nota más elevada no debe ser igualado con alteraciones en comportamiento,
valores o creencias. En tanto éstas alteraciones son la inevitable consecuencia
de la transformación, es muy posible cambiar de esta forma sin nunca haber
experimentado un cambio energético básico.