No es materia de creencia, pero de consciencia. Inspirados por
nuestros más profundos momentos de introspección y completitud, debemos
verdaderamente abarcar lo ordinario y lo trascendente. Tal vez veremos que este
es el más grande servicio que podemos ofrecer a nuestro scompañeros humanos. No
podemos negar nuestros motivos impulsados por el ego, pero debemos finalmente
llegar a entender sus límites. Hay un más profundo impulso hacia la vida. De
este más profundo impulso, podemos nosotros acceder a una suficiente autoridad
para Ser especialmente en los tiempos de desafío excepcional.
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Al filo de lo desconocido, cada momento lleva las posibilidades
de la transformación fundamental, cada momento tiene una tremenda gama de
vitalidad, mucho más allá de lo que ordinariamente reconocemos. La experiencia
de Laura demuestra la poderosa posibilidad de tal momento. Debemos aprender a
confirmar nuestras propias experiencias y no aceptar creencias y explicaciones
simplistas no desafiadas. Más a menudo que no, nuestro desconocimiento e
incertidumbre yace más cerca a la Posilibidad Elevada. El más grande estado de
vida que podamos experimentar rara vez vendrá a nosotros en nuestros términos.
La Humanidad ha cruzado océanos, ha tendido puentes entre los continentes,
caminado en la luna, y se aproxima a una sociedad global. Pero el individuo
moderno no está más cerca de abordar los "fieros enigmas" de su propia
naturaleza que nuestros antepasados de hace milenios. Y a menos que hagamos este
abordamiento me temo que no tendremos la fuerza espiritual para gobernar las
fuerzas ya desatadas por nuestras facultades racionales.
Sin embargo ya hay una paradoja. Al reconocer la posibilidad,
simplemente describir una experiencia tan extraordinaria como la de Laura,
invita al ser impulsado por el ego a tener esto como una meta. Pero tener tal
meta ya no es acercarse a cada momento frescamente, y de esa forma limitamos la
posibilidad intrínseca del estar vivos. Enfáticamente, el estar radicalmente
vivos tiene que ver con la energía y la consciencia, y no con los logros y lo
fenomenal. Debemos reconocer la posibilidad, y sin embargo simultáneamente
comprender que ningún cambio fenomenal puede ocurrir -o ni siquiera necesita
ocurrir. La experiencia de Laura es meramente un momento en un proceso mucho más
vasto que tiene su más grande significado y sustancia como una forma de
vida.