https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El calvario de una mujer (tomo I)" de Daniel Lesueur (página 9) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 18 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  (9)  10  11 
 

Bajo la noche pálida el casquijo más pálido del jardín. Y allí, el cuerpo tendido...

-¡Pedro!.. ¡Pedro!.. ¡Pedro! ¡Dejádmelo ver... abrazarlo! ¡Por favor! ¡Matadme junto a él!..

Sus súplicas, con las que ella creía llenar el espacio tan desfallecidas que no se la amordazó otra vez, no hicieron sino apretar más el doble tornó que le sujetaba los brazos y precipitar su arrastre. Como sus pies se aferraban al suelo, rasaban los guijarros sin avanzar, los que la llevaban se detuvieron un instante para levantarla como un fardo.

Entonces, en ese intervalo llegó a su oído un rumor de palabras, un cuchicheo más bien. El timbre de la voz, el acento, sobre todo, un acento levemente extranjero, se insinuaron profundamente en su conciencia en el momento mismo que iba a perder otra vez el sentido.

-Habría que retirar el puñal -habían dicho, para agregar Juego: -Pero la sangre brotaría. Quedaríamos bañados.

El joven delgado era el que había hablado. Solange tuvo la seguridad de eso. Pero ignoró lo que sucedió después, porque volvió a caer en síncope. Su desvanecimiento vino en ayuda de los que ejecutaban allí, en medio de ese misterio y con tan Iría decisión, la obra terrible.

Uno solo de los tres bastó entonces para sostenerla mientras la persona de quien había partido la advertencia, volvía a hacerse a un lado, y en tanto que el otro, el jefe el asesino, se lanzaba en dirección a la casa. Volvió a salir de ella enseguida con una servilleta tomada de la mesa en que estaba preparada la colación para la amorosa entrevista; la blancura del lienzo se la había hecho distinguir. Envolviendo en esta servilleta la hoja del puñal, que retiró un poco del cuerpo, pudo arrancar luego el arma de golpe, al mismo tiempo que con la mano derecha apoyaba sobre la herida esa especie de tapón, preservándose así de toda salpicadura sangrienta.

Después saltó hacia la Condesa inanimada y la levantó solo en sus brazos, diciendo a su más modesto compañero:

-Cerciórate de que no hay nadie en el camino. Esa ribera bordada de casas-quintas desiertas, era absolutamente solitaria.

Los tres hombres volvieron a subir al automóvil, llevando a él a la mujer. El que contrastaba con los otros dos por su figura ordinaria se instaló junto al volante, El amo le dijo:

-Fontainebleau... La estación.

La máquina echó a andar, huyó a toda velocidad hacia el bosque. En cuanto estuvieron en éste, el conductor paró, encendió los faroles, y volvió a partir.

A lo largo de los caminos pálidos, por entre los montes profundos, llenos de noche y de silencio, el automóvil se lanzó impetuosamente, clavando sus ojos de bestia furiosa y dejando en esa paz sublime de la Naturaleza un surco más fulgurante de pasiones humanas. Ninguno de los viajeros habló hasta que la señora de Herquancy, cuyo rostro expusieron al viento rudo, volvió en sí gimiendo.

-¿Dónde estoy? -balbució.

-Cerca de una estación, en la que encontraréis el tren de Montereau -dijo la voz, en cuyo acento Solange creía reconocer el de su esposo.

 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  (9)  10  11 
 
 
Consiga El calvario de una mujer (tomo I) de Daniel Lesueur en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El calvario de una mujer (tomo I) de Daniel Lesueur   El calvario de una mujer (tomo I)
de Daniel Lesueur

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com