Ante las imprevisiones y la lentitud de los responsables
gubernamentales de distintos signos políticos, clasificables como de larga data
por cuanto integran dos distintos períodos presidenciales, suponiendo por
lógicos, que aún a la fecha, noviembre de 2000, se siguen estudiando
alternativas sociales y laborales aplicables a los problemas que afectan a las
distintos estratos poblacionales de nuestro país, estimo conveniente y oportuno,
actualizar la totalidad de los elementos de juicio contenidos en la primer
edición de este trabajo, para sugerir nuevamente, como alternativa válida, su
inmediata aplicación.
Pretendo con ello ratificar una especie de colaboración con las
autoridades nacionales y provinciales, aportando soluciones intelectuales,
políticas, técnicas y económicas viables, accesibles a la población en general,
principal protagonista y destinataria de tales soluciones. Aquí y ahora
procuraré mejorar los aspectos inductivos y descriptivos de mi trabajo
precedente, considerando, en particular, las variaciones de los antecedentes
estadísticos, base indispensable para arribar a modelos socioeconómicos que
pueden ser aplicables, para sacar a nuestra Nación en forma definitiva, de la
profunda recesión en que está actualmente inmersa y, a su vez, provea elementos
de juicio inteligibles para las autoridades de pertinencia y el pueblo en
general, que hagan prontamente posible la erradicación de la pobreza extrema de
cierto sectores de los aglomerados urbanos y rurales, actualmente marginados y,
por fin, la estabilidad que tanto aspiramos los argentinos y extranjeros,
residentes en nuestra querida Patria.