CAPÍTULO PRIMERO
UNA EXPEDICIÓN NOCTURNA
-¡Señor Yáñez, por aquel agujero de allí
abajo veo brillar una luz!
-Ya la he visto, Sambigliong.
-¿Será algún prao que esté anclado en la
rada?
-No; más bien creo que se trata de una
chalupa de vapor. Probablemente, la que ha conducido hasta aquí a Tremal-Naik y
a Damna.
-¿Acaso vigilarán la entrada de la
rada?
-Es muy posible, amigo mío -respondió
tranquilamente el portugués, tirando el cigarrillo que estaba fumando.
-¿Podremos pasar sin ser vistos?