-¿Crees que van a temer un ataque por
nuestra parte? Redjang está demasiado lejos de Labuán, y lo más probable es que
en Sarawak no sepan todavía que nos hemos reunido. A no ser que ya tengan
noticia de nuestra declaración de guerra. Además, ¿no vamos vestidos corno los
cipayos del Indostán? ¿Y no van vestidas ahora lo mismo que nosotros las tropas
del rajá?
-Sin embargo, señor Yáñez, preferiría que
esa chalupa o ese prao no estuviera aquí.
-Querido Sambigliong, no dudes que a bordo
estarán todos durmiendo. Les sorprenderemos.
-¡Cómo! ¿Vamos a asaltar a esos marineros?
-preguntó Sambigliong.