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-Sin duda, algún inglés que estará al servicio del rajá de Sarawak -contestó el americano. -ˇPues el barco se quedará sin el jefe! -dijo Sambigliong -, ˇLe haremos prisionero junto con la guarnición del fortín! -ˇDespacio, querido! -dijo Yáńez -. En ese fortín puede haber más gente de la que nosotros pensamos, y nuestro juego es, sobre todo, de astucia, Además, es preciso que no sospechen nada, puesto que ahí tenemos la chalupa encargada de aprovisionarlos, |
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Consiga Sandokán, el Rey del Mar de Emilio Salgari en esta página. |
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