https://www.elaleph.com Vista previa del libro "La castellana de Vergy" de Anónimo (página 8) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Viernes 17 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  (8)  9  10  11  12 
 

Cuando el duque llegó a dormir, ella se apartó en el lecho, simulando estar enojada. Lo hizo tan bien que el duque creyó que estaba disgustadísima. Al besarla como si nada, ella dijo:

-Sois falso, mentiroso e infiel; me ponéis cara de amor y jamás me amasteis en serio. Muy estúpida fui en tanto tiempo creyendo en vuestras palabras; ahora me he desengañado totalmente.

-¿Por qué? -dijo el duque.

La engañosa le contestó:

-¿Acaso no me prohibisteis saber lo que vos conocéis bien?

-¿Qué? ¡por Dios, querida, decid!

-Lo que el hidalgo os dijo, las falsedades y visiones que os hizo tragar. Pero no puedo enterarme.

Poco me vale amaros con lealtad. Jamás vi ni oí nada que no supiérais vos inmediatamente; en cambio, vos me escondéis bien vuestro pensamiento. Enteraos entonces de que en el futuro ya no tendré igual confianza ni sentir por vos como y hasta ahora.

La duquesa entonces empezó a llorar y suspirar fuertemente.

El duque le tuvo tanta pena que le dijo:

-Mi amiga, no quiero disgustaros por ningún motivo. Pero no puedo revelaros lo que deseáis sin caer en una gran vileza.

-Señor -respondió la duquesa-, no habléis del asunto. Noto que no confiáis en mí para decirme un secreto. Y me sorprende mucho, ya que jamás visteis secretos, importantes o no, ser revelados por mí cuando quisisteis contármelos. Lo digo de corazón, nunca mencionaré a nadie lo que me digáis-. Diciendo esto, la duquesa reanudó su llanto. El duque la abrazó y besó acongojado y acabó cediendo.

-Bella señora -dijo-, ¿qué hacer?; confío tanto en vos como para no esconderos nada que yo sepa. Pero os pido que no soltéis prenda, porque os aviso que si me traicionáis os daré muerte.

 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  (8)  9  10  11  12 
 
 
Consiga La castellana de Vergy de Anónimo en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
La castellana de Vergy de  Anónimo   La castellana de Vergy
de Anónimo

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com