https://www.elaleph.com Vista previa del libro "La castellana de Vergy" de Anónimo (página 2) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Viernes 17 de mayo de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  (2)  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12 
 

-Señora, en realidad no sé cual es la causa de que me habléis así, ni adónde queréis llegar. Yo no soy duque ni conde como para tener semejantes aspiraciones, y, aunque quisiera, nunca obtendría los favores de una dama de tal alcurnia.

-Quizá sí -contestó la duquesa-; se han visto y se verán cosas más raras. Contestadme ahora: si yo os entregase mi corazón, yo que estoy en la cima de la nobleza, ¿qué haríais?

El hidalgo contestó así:

No lo sé, señora, pero no me agradaría tener `vuestro amor, por más honor que signifique. Dios me libre de un amor tal que nos deshonraría a los dos y llenaría de oprobio a mi señor; por ningún precio y de manera alguna haría yo el delito de traicionar de modo tan vil a mi señor.

-¡Qué imbécil! -profirió fastidiada la duquesa-. ¿Quién os pidió una cosa así?

-Nadie, gracias a Dios; y yo puedo deciros lo mismo, señora -contestó el hidalgo.

En ese momento la duquesa interrumpió la conversación y, llena de resentimiento y despecho, no pensó en otra cosa que no fuera la venganza.

A la noche, mientras yacía junto al duque, empezó a lanzar suspiros y a llorar. El duque quiso saber qué, le ocurría.

-Lamento de veras -dijo- ver cómo los grandes hombres no saben determinar quiénes les son fieles o no y, sin percatarse, honran a los que los traicionan.

-No sé por qué decís tal cosa -dijo el duque-; no ha de ser por mí, ya que bajo ningún concepto protegería a un traidor sabiendo que lo es.

-Odiad entonces -siguió ella- a quien hoy no ha cejado en solicitar mis favores y me ha dicho que desde hace mucho no pensaba en otra cosa -y aquí mencionó al hidalgo-. Hasta ahora no se había animado a manifestar su amor. Yo quise contároslo inmediatamente. No es raro que esto se le haya pasado por la cabeza. ¿Acaso se le ha conocido algún amor? Por eso os ruego que cuidéis vuestro honor como corresponde.

 
Páginas 1  (2)  3  4  5  6  7  8  9  10  11  12 
 
 
Consiga La castellana de Vergy de Anónimo en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
La castellana de Vergy de  Anónimo   La castellana de Vergy
de Anónimo

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com