Hayle miró alternativamente a Kitwater y a Coddy.
-Este último, entonces, hizo un
movimiento de cabeza que corroboró el relato de su compañero, y añadió después de un momento de reflexión:
-Nitwater tiene razón;
encontraremos allí más rubíes, más zafiros y más oro del que hace falta para convertirnos en archimillonarios.
-¡Viva Sengkor-Wat! -exclamó Hayle. ¿Cómo habéis descubierto la existencia de ese tesoro?
-Ya he dicho a usted que Coddy lo
había adivinado -respondió Kitwater. -Recorriendo sus viejos pergaminos descubrió indicaciones que lo pusieron sobre la pista. Yo recordó entonces que en otro tiempo, cuando estuve en Hanoi, un hombre me contó la historia, fantástica de unos tesoros enterrados en las ruinas de una antigua, ciudad de Birmania... . Además, un francés ha escrito una relación de su viaje por aquellos sitios, y menciona una leyenda que circula entre, los naturales del país, y según la cual unos tesoros fabulosos están enterrados bajo los escombros de una población destruida hace mucho tiempo.