El y
yo, somos espectadores, no debemos intervenir, solo presenciar, ser testigos. Al
fin decido participar, se hace tarde. Los alejo con excusas, invento, los
convenzo, se van, nos dejan solos, dueños del escenario ¡Es extraño, pero no hay
nadie en las calles! Solo estamos nosotros tres, los actores principales, el
escenario esta listo para el cierre y el telón para bajar, por ultima
vez.
Los
enfrento, llevo mi mano al bolsillo del abrigo ¡Ellos saben! ¡Yo sé! Como en una
película de terror, imagino al suelo partiéndose bajo nuestros pies, mostrando
el caos infernal, hambriento por devorar sus almas. Saco la pistola, disparo
una, dos veces, he sido certero, no hubo dolor. ¡Veo mal! Una niebla cubre el
lugar, nos rodea; siento voces, escucho sirenas, disparo por ultima vez, ¡Ah,
que tranquilidad! El dolor a cesado, ya no me acosara en la oscuridad, la
soledad dejará de atormentarme por las noches, la angustia y la ira, se retiran
tomados de la mano ¡Aquí ya no hay nada más que hacer¡ Lentamente cae el telón
¡Paz! Que bella sensación, me siento feliz, sin odios, sin maldad en mi alma.
Recuerdo a mis hijos, mis nietos.
La
primera vez que la vi...
El
día que la besé por primera vez...