-¡Oh, Dios!, ¿dónde estoy?
-exclamó.
-Estás a mi lado -le dijo el príncipe lleno de
alegría.
Le contó lo que había pasado y le dijo:
-Te amo como a nadie en el mundo; ven conmigo al castillo de mi
padre; serás mi mujer.
Entonces Blancanieves comenzó a sentir cariño por
él y se preparó la boda con gran pompa y magnificencia.
También fue invitada a la fiesta la madrastra criminal
de Blancanieves. Después de vestirse con sus hermosos trajes fue ante el
espejo y preguntó:
¡Espejito, espejito de mi habitación!
¿Quién es la más hermosa de esta
región?
El espejo respondió:
La Reina es la más hermosa de este lugar.
Pero la joven Reina lo es mucho más.