La manzana estaba tan ingeniosamente hecha que solamente la
parte roja contenía veneno. La bella manzana tentaba a Blancanieves y
cuando vio a la campesina comer no pudo resistir más, estiró la
mano y tomó la mitad envenenada. Apenas tuvo un trozo en la boca,
cayó muerta.
Entonces la vieja la examinó con mirada horrible,
rió muy fuerte y dijo.
-Blanca como la nieve, roja como la sangre, negra como el
ébano. ¡Esta vez los enanos no podrán reanimarte!
Vuelta a su casa interrogó al espejo:
¡Espejito, espejito de mi habitación!
¿Quién es la más hermosa de esta
región?
Y el espejo finalmente respondió.
La Reina es la más hermosa de esta región.
Entonces su corazón envidioso encontró reposo, si
es que los corazones envidiosos pueden encontrar alguna vez reposo.