https://www.elaleph.com Vista previa del libro "La chinche" de Vladimir Maiacovski (página 6) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Jueves 18 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  (6)  7  8  9  10 
 

Enorme sala de sesiones, que se eleva en anfiteatro hasta el techo. En lugar de las cabezas de las gentes... altoparlantes, y junto a ellos algunas manos de acero, como las que sobresalen de los automóviles. Encima de cada altoparlante hay lámparas eléctricas de colores y, debajo del mismo techo, unas pantallas. En el centro, una tribuna con micrófono. A los costados de la tribuna, distribuidores y reguladores de los votos y de la luz. Dos mecánicos -uno viejo y otro joven- están atareados en el auditorio en sombras.

El viejo (con un plumero, quitando el polvo de los altoparlantes): Hoy la votación es importante. Tiene que aceitar y probar el aparato votador de las regiones agrícolas. La última vez se produjo una interrupción. Había un chirrido en los votos.

El joven: ¿Agrícolas? ¡Espléndido! Aceitaré las líneas centrales. Frotaré con una gamuza la garganta de los aparatos de Esmolensko. La semana pasada se volvieron a poner roncos. Hace falta atornillar las manos de los cuadros gobernantes de las capitales, deben de tener alguna desviación: la derecha se engancha hacia la izquierda.

El viejo: Listas las fábricas de los Urales. Conectemos las metalúrgicas de Kursk; allí instalaron el nuevo aparato de sesenta y dos mil votos del segundo grupo de la planta eléctrica de Zaporosh. Con ellos no hay que preocuparse, el trabajo es fácil.

El joven: Pero tú. ¿te acuerdas todavía de cómo era antes? ¡Gracioso, tenía que ser!

El viejo: Una vez mi mamá me llevó en brazos a una sesión. Gente habría muy poca... unos mil apeñuscados, sentados como parásitos y escuchando. La cuestión era algo importante y altisonante, y se resolvió por un voto. Mi madre estaba en contra, pero no pudo votar porque me tenía a mí en brazos.

El joven: ¡Vaya, qué razón! ¡Eran unos aficionados!

El viejo: Antes, ni siquiera hubiera servido un aparato semejante. Podía ocurrir que el individuo de primera fila tuviera que alzar la mano para que le prestaran atención, y que la alzara hasta tocar la nariz del presidente, o que levantara las dos metiéndoselas en las fosas nasales, lamentando solamente no ser la antigua diosa Isis, para poder votar con veinte manos. Pero muchos se cuidaban de no hacerlo. De uno contaban que se estuvo en el retrete durante una discusión muy importante... por temor a tener que votar. Sentado y meditabundo, es decir, para salvar el puesto y el pellejo.

El joven: ¿Lo consiguió?

El viejo: ¡Lo consiguió!... Sólo que lo nombraron en otra especialidad. Viendo su amor por los retretes, lo designaron encargado principal de las toallas y el jabón. ¿Listo?

El joven: ¡Listo! (Corren a los tableros y cables reguladores de abajo. Un hombre de anteojos y barbita, abriendo la puerta de un golpe, entra con paso firme, sube al estrado, de espaldas al público, y levanta las manos).

Orador: ¡Conecten al mismo tiempo todas las regiones de la Federación!

Viejo y joven: ¡Ya está! (Se encienden a un tiempo todas las lamparillas rojas, verdes y azules del auditorio).

Orador: ¡Hola! ¡Hola! "Habla el presidente del Instituto de Resurrecciones Humanas. La cuestión ya se ha comunicado por telegrama, es cosa juzgada, simple y clara. En la intersección de la calle sesenta y dos con la avenida diecisiete de la ex ciudad de Tambov, una cuadrilla de obreros que cavaba cimientos descubrió, a una profundidad de siete metros, un sótano cegado por la tierra y lleno de agua congelada. A través del hielo del fenómeno se transparenta una figura humana petrificada. El Instituto Juzga posible la resurrección del individuo, congelado hace Cincuenta años.

"Hagamos armonizar la disparidad de opiniones.

"El Instituto considera que la vida de todo obrero debe ser utilizada hasta el último segundo.

"La transparencia del hielo permitió comprobar, en las manos del individuo, la existencia de callos, que hace medio siglo eran indicio del trabajador. Recordemos que, después de las guerras ocurridas en el mundo, las guerras civiles que desembocaron en la Federación Mundial, y por decreto del siete de noviembre de mil novecientos sesenta y cinco, la vida de todo ser humano es inviolable. Pongo en vuestro conocimiento la objeción del laboratorio de Epidemiología, que teme las consecuencias de la difusión de bacterias que pululaban en los ex habitantes de la ex Rusia. Con plena conciencia de mi responsabilidad, vengo a zanjar esta cuestión. Camaradas, recordad, recordad y recordad una vez más:

"¡Nosotros votamos por una vida humana!"

Se apagan las lámparas, un timbre penetrante, y en una pantalla se enciende la resolución, que repite el orador.

"En nombre de la investigación de los hábitos de trabajo de la humanidad obrera, en nombre de un estudio práctico y comparado de las costumbres, exigimos la resurrección." (Voces de la mitad de los altoparlantes: "¡Es justo, que se adopte!"; parte de los votos: "¡Abajo!". Las voces callan súbitamente. Se apaga la luz de la pantalla. Segundo timbre: se ilumina una segunda resolución. El orador repite). "Resolución de los dispensarios de vigilancia sanitarias de las empresas metalúrgicas y químicas de la cuenca del Don. Para evitar el peligro de que se difundan las bacterias de la adulonería y la jactancia, características del año veintinueve, exigimos que se deje al exponente en estado de congelación. (Voces de los altoparlantes: "¡Abajo!". Algunos gritos aislados: "¡Correcto!") . ¿Existe alguna otra resolución o agregado? (Se ilumina la tercera pantalla, el orador repite). "Las zonas agrícolas de Siberia piden que su resurrección se haga en otoño, al terminar los trabajos del campo, para facilitar la presencia de grandes masas de curiosos". (Mayoría aplastante de voces y altoparlantes: "¡Abajo!" "¡Rechazada!". (Las lámparas vuelven a encenderse). Pongo a votación: ¡a quien esté en favor de la primera resolución, le ruego que levante las manos! (Se levanta una mayoría aplastante de las manos de acero). ¡Bájenlas! ¿Quién está por la enmienda siberiana? (Se alzan dos o tres manos solamente). La Asamblea Federal resuelve: "¡Re-su-ci-tar-lo!". (Rugido de todos los altoparlantes: "¡Hurra!". Las voces callan). ¡Se levanta la sesión! (Dos puertas se abren de golpe e irrumpe el tropel de reporteros. El orador se abre paso, gritando con alegría hacía todos lados). ¡Resucitarlo! ¡Resucitarlo! ¡Resucitarlo! (Los reporteros sacan micrófonos de los bolsillos y chillan sin dejar de caminar por la escena).

Reportero 1º: ¡Hola! ¡Hola! Onda de cuatrocientos setenta y dos metros y medio... "Noticias de Chukotka"... ¡Resucita!

Reportero 2º: ¡Hola! ¡Hola! Onda de trescientos setenta y seis metros... "Verdad vespertina de Viebesk"... ¡Resucita!

Reportero 3º: ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Onda de doscientos once metros... "Verdad komsomol de Varsovia"... ¡Resucita!

Reportero 4º: "Lunes literario de Armavirsk"... ¡Hola! ¡Hola!

Reportero 5º: ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Onda de cuarenta y cuatro metros. ."Noticias del Soviet de Chicago"... ¡Resucita!

Reportero 6º: ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Onda de ciento quince metros... "Gaceta Roja de Roma"... ¡Resucita!

Reportero 7º: ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Onda de setenta y ocho metros... "Miseria de Shanghai... ¡Resucita!

Reportero 8º: ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Onda de doscientos veinte metros... "Braceros de Madrid"... ¡Resucita!

Reportero 9º: ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Onda de once metros... "Pionero de Cabul"... ¡Resucita! (Irrumpen los vendedores de diarios con los ejemplares ya impresos).

Vendedor 1º:

¿Se deshiela

o no la cosa?

Editoriales

en verso y en prosa

Vendedor 2º:

Encuesta mundial sobre un tema importantísimo:

¿Habrá epidemia o no de servilismo?

Vendedor 3º:

¡Artículos sobre viejas

guitarras y serenatas,

y otros medios

para estupidizar

a las masas!

Vendedor 4º:

¡Últimas novedades! ¡Interviú! ¡Interviú!

Vendedor 5º:

Mensajero científico,

¡por favor, no asustarse!

Vendedor 6º: ¡Último boletín!

Vendedor 7º:

Enfoque teórico

de un viejo chascarillo:

¿Puede ser

que a un elefante

mate un cigarrillo?

Vendedor 8º:

Triste hasta las lágrimas,

ridículo hasta el cólico

¡Explicación

de la palabra: "alcohólico"!

 

 

 
Páginas 1  2  3  4  5  (6)  7  8  9  10 
 
 
Consiga La chinche de Vladimir Maiacovski en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
La chinche de Vladimir Maiacovski   La chinche
de Vladimir Maiacovski

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com