https://www.elaleph.com Vista previa del libro "El bloqueo" de Erckmann - Chatrian (página 3) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Sábado 27 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  (3)  4  5  6  7  8 
 

Tal era, Federico, mi situación dos meses antes del asedio de FaIsburgo, en 1814. Todo había marchado perfectamente hasta entonces; pero desde seis semanas atrás las cosas iban mal tanto en la ciudad como en el resto del país. Teníamos el tifas y otras enfermedades contagiosas: millares de heridos: yacían abandonados en los hospitales, y como, los brazos faltaban a la tierra, todo estaba carísimo: el pan, la carne y los artículos de primera necesidad, por las nubes. Los campesinos de Alsacia, y Lorena no venían al mercado; los géneros se pudrían en los almacenes, y cuando una mercancía no se vende, vale tanto como si fuera arena o piedra: se vivía en la miseria en medio de la abundancia, y el hambre se enseñoreaba del país entero.

A pesar de todo, el Eterno me reservaba todavía una gran satisfacción. A principios de noviembre recibí la noticia de que Zeffen acababa de dar a luz un segundo hijo y que, tanto la madre como el recién nacido gozaban de excelente salud. Al saber esta grata nueva salí inmediatamente para Saverne.

He de advertirte, Federico, que mi alegría no procedía únicamente del nacimiento de un nieto más, sino de que este niño libraba a mi yerno de ser soldado. Verdad es que Baruch no había dejado de tener suerte sobre este particular. Cuando el Emperador hizo votar por su Senado que los solteros estaban obligados a marchar a la guerra acababa Baruch de casarse con Zeffen; después, cuando se promulgó la ley en virtud de la cual los casados sin hijos debían tomar las armas, su mujer daba a luz a David; y cuando, para hacer frente a los enemigos de Francia decidió el Senado que los padres de familia que no tuviesen más que un hijo serían incorporados al ejército, Baruch tenía dos.

En aquel tiempo era verdaderamente una dicha tener numerosa prole: esto le salvaba a uno de morir en el campo de batalla. He aquí por qué tomé mi báculo a toda prisa y me puse en camino para cerciorarme si el recién nacido era robusto y prometía vivir lo suficiente para librar a su padre del servicio militar.

Muchos años todavía, si Dios quiere prolongar mi existencia me acordaré de aquel día y de lo que presencié a mi pesar. Figúrate toda la carretera obstruida por un interminable convoy de heridos y moribundos, formando una larga fila desde Cuatro Vientos hasta Saverne. Los aldeanos de Alsacia a los que se obligaba por la fuerza a conducir aquellos desventurados, habían desenganchado sus caballos y emprendido la fuga durante la noche, dejando abandonados los carros. Una espesa capa de hielo envolvía todo aquello como un sudario de enormes dimensiones. Nada se movía allí; todo parecía muerto. Cualquiera hubiera creído, al atravesar este camino, encontrarse en mitad de un vasto, cementerio.

Millares de cuervos cubrían el cielo en aquellos contornos como, una negra nube. No se veía otra cosa que el movimiento de sus alas, ni se oía otro rumor que el horrible concierto de sus graznidos. Nunca hubiera pensado que el cielo y la tierra pudieran producir tantos cuervos. Grandes bandadas de ellos descendían hasta los carros buscando su presa, pero tan pronto como un ser viviente se aproximaba allí, levantaban el vuelo yendo a caer sobre el bosque de la Bonne Fontaine o sobre las ruinas del antiguo convento de Dann.

 
Páginas 1  2  (3)  4  5  6  7  8 
 
 
Consiga El bloqueo de Erckmann - Chatrian en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
El bloqueo de  Erckmann - Chatrian   El bloqueo
de Erckmann - Chatrian

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com