https://www.elaleph.com Vista previa del libro "Lecciones de sociología" de Emile Durkheim (página 11) | elaleph.com | ebooks | ePub y PDF
elaleph.com
Contacto    Martes 30 de abril de 2024
  Home   Biblioteca   Editorial   Libros usados    
¡Suscríbase gratis!
Página de elaleph.com en Facebook  Cuenta de elaleph.com en Twitter  
Secciones
Taller literario
Club de Lectores
Facsímiles
Fin
Editorial
Publicar un libro
Publicar un PDF
Servicios editoriales
Comunidad
Foros
Club de lectura
Encuentros
Afiliados
¿Cómo funciona?
Institucional
Nuestro nombre
Nuestra historia
Consejo asesor
Preguntas comunes
Publicidad
Contáctenos
Sitios Amigos
Caleidoscopio
Cine
Cronoscopio
 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  (11)  12 
 

Desde otro punto de vista el carácter amoral de la vida económica constituye un peligro público. Las funciones de este orden absorben hoy en día la mayor parte de las fuerzas de la nación. En el medio industrial y comercial transcurre la vida de una multitud de individuos. Sigue de ahí que, como este medio sólo está débilmente marcado por la moral, la mayor parte de la existencia de esos hombres transcurre fuera de toda noción moral. ¿Cómo es posible que tal estado de cosas no sea fuente de desmoralización? Para que el sentimiento del deber se fije fuertemente en nosotros es necesario que las circunstancias mismas en las que vivimos lo tengan perpetuamente despierto. Es necesario que haya a nuestro alrededor un grupo que lo recuerde sin cesar, en el caso, muy frecuente, en que nos sintamos tentados de hacernos los sordos. Una manera de actuar, sea cual sea, sólo se consolida por la repetición de la costumbre. Si vivimos una vida amoral la mayor parte del día, ¿cómo es posible que, los resortes de la moral no se detengan en nosotros? Naturalmente no estamos inclinados a preocuparnos, a forzarnos; si no nos sentimos invitados a ejercer a cada instante sobre nosotros esa presión sin la cual no hay moral, ¿cómo podremos adquirir la costumbre de ella? Si en las ocupaciones que llenan casi todo nuestro tiempo, no seguimos otra regla que la de nuestro interés bien entendido, ¿cómo podremos sentir gusto por el desinterés, el olvido de sí, el sacrificio? Por eso el desencadenamiento de los intereses económicos ha ido acompañado de un descenso en la moral pública. En la medida que el industrial, el comerciante, el obrero se aparten a su profesión, no habrá nada por encima de ellos que pueda contener su egoísmo, no estarán sometidos a ninguna disciplina moral y, en consecuencia se dispensarán de toda disciplina de ese género.

 
Páginas 1  2  3  4  5  6  7  8  9  10  (11)  12 
 
 
Consiga Lecciones de sociología de Emile Durkheim en esta página.

 
 
 
 
Está viendo un extracto de la siguiente obra:
 
Lecciones de sociología de Emile Durkheim   Lecciones de sociología
de Emile Durkheim

ediciones elaleph.com

Si quiere conseguirla, puede hacerlo en esta página.
 
 
 

 



 
(c) Copyright 1999-2024 - elaleph.com - Contenidos propiedad de elaleph.com