
Por
Víctor Coviello
quehaydenuevo@elaleph.com

|
Me
voy
de
Jean Echenoz
Editorial
Anagrama

Si
desea comprar este libro,
haga click
aquí.
|
Félix
Ferrer, artista frustrado y dueño de una galería de arte, emprende un
viaje en busca de ciertas obras. Pero también, inconcientemente, viaja
en búsqueda de sí mismo. Este personaje, siempre en fuga, se descubre,
de pronto, en un mundo igualmente en fuga.
La
novela abre y cierra con una misma frase que, justamente, es la que le
da título al libro. En este sentido, el texto presenta un carácter circular.
Sin embargo, las situaciones que abarcan estas palabras plantean dos momentos
opuestos en la vida de Ferrer. Y entre ambos extremos -que son iguales,
que son diferentes- transcurre la aventura del personaje. Una aventura
con un trama policial. Debajo de esta historia hay otra más profunda,
que refleja el drama del hombre moderno. Es que la escritura de Echenoz
va mucho más allá: a través de una colección de personajes y de situaciones
intrascendentes nos presenta un mundo en el que la individualidad, la
falta de compromiso, la existencia de no-lugares (por ejemplo, el aeropuerto)
limitan nuestras vidas.

|
La
arquitectura de los ángeles
de Liliana Escliar
Editorial
Planeta

Si
desea comprar este libro,
haga click
aquí.
|
El
punto a discutir es el siguiente: ¿cuál es el criterio de selección en
un concurso de la magnitud del premio Planeta? ¿La creatividad, el compromiso
ideológico, el marketing? Nadie pretende leer a estas alturas una novela
memorable, que nos marque a fuego, pero...
A Liliana Escliar no se le puede negar el mérito de haber compuesto una
novela-zapping, acorde con las actuales tendencias dispersivas. La miseria
humana se muestra en algunas pinceladas; hay también el repaso de los
años oscuros, los de la dictadura. Y, por supuesto -y lo más forzado-,
aparece el recurso sobrenatural. Diría, parafraseando la obra, que lo
que no convence es justamente la arquitectura del texto, todo fragmentado
y con pretensión de unirse en algún punto. Si de deconstrucción se trata,
vamos pasando las hojas-ladrillos a la espera de la gran revelación, el
gran diseño que jamás llega.

|
Los
grados de la escritura
de Noé Jitrik
Editorial
Manantial

Si
desea comprar este libro,
haga click
aquí.
|
En
este interesante libro, Noé Jitrik, reconocido hombre de letras y respetado
investigador, se encarga de analizar el proceso de la escritura. Luego
de afrontar la ardua pero fructífera tarea de definir, con conceptos claros
y precisos, el acto de escribir, Jitrik bucea en nociones saussurianas,
tales como el significado y el significante, o se detiene a reflexionar
sobre la postura de Emile Benveniste acerca de la relación necesaria,
no arbitraria, entre los dos componentes del signo. No falta tampoco el
abordaje del clásico libro Obra abierta, de Umberto Eco.
También se detiene en las partes fundamentales del proceso de la escritura:
el mágico y a la vez traumático comienzo de un texto, y el incierto cierre
-igualmente traumático y misterioso. Por supuesto, Jitrik no olvida conceptualizar
aspectos del desarrollo mismo del texto, aquello que se sitúa entre esos
dos dramáticos extremos señalados.
Algunos otros autores se citan en estas páginas, que reflejan gran erudición:
Jacques Derrida, Roland Barthes, Jacques Lacan. Todos ellos actúan como
soporte o punto de partida para que Jitrik formule su propia teoría sobre
la escritura. Una escritura que representa la otredad: misterio casi inasible,
pero que inequívocamente forma parte esencial de nuestras vidas.
Sin dudas, este pequeño gran libro trata con sapiencia un tema complejo,
con un lenguaje específico sólo apto para entendidos.

|
La
chica que amaba a Tom Gordon
de Stephen King
Editorial
Plaza & Janés

Si
desea comprar este libro,
haga click
aquí.
|
Una
prosa fluida, un tema relativamente interesante, dos componentes característicos
de la literatura de Stephen King.
La novela trata acerca de una niña de nueve años (casi diez, como nos
recuerda constantemente), llamada Trisha, que, por descuido, se pierde
en un bosque de los Apalaches. Este es el punto de partida para la acción,
que se condensa en la travesía dolorosa del personaje y que está mechada
con datos acerca de su entorno familiar y social (la mejor amiga, los
padres separados, el hermano adolescente).
Lo más rescatable de la novela es el trabajo con el punto de vista de
la chica, cómo las sensaciones y vivencias escalofriantes son contadas
a través de su peculiar visión de los acontecimientos pasados y presentes.
No obstante este logro, la novela va perdiendo fuerza a medida que avanzamos.
Y el toque sobrenatural, también muy de Stephen, no logra ya despertar
nuestro completo interés.
No hay mucho más que decir, sólo que esta novela -breve por cierto- corresponde
a las obras menores del maestro, a aquellas obras destinadas al olvido.
|
|
|