En México abundan los paseos públicos y lugares de recreación, pero sólo tres son los más frecuentados: la Alameda, el Paseo Nuevo y el Paseo de las Vigas y para la visita de cada uno de ellos se han establecido convencionalmente determinadas horas del día.
La Alameda es un amplio paseo público situado en el extremo occidental de la ciudad. En su centro se encuentra una gran fuente, de la cual parten cual radios divergentes varios senderos, bordeados de árboles umbrosos y otros arbustos. El conjunto está circundado por una muralla baja, a cuyo lado, por la parte interior, se extiende una hermosa alameda reservada a los coches y a los jinetes. Cuando hay mucha afluencia de visitantes, los peatones transitan por los senderos interiores.
A poca distancia de la Alameda se encuentra el Paseo Nuevo, que se extiende casi desde el acueducto de San Cosme hasta el de Chapultepec.
Quizá por su extensión o por ser menos sombreado, los visitantes no son tan numerosos y da la impresión de estar abandonado.
El Paseo de las Vigas como lugar de esparcimiento es tan poco acogedor como el anterior. Se extiende a lo largo del canal de Chalco hasta una distancia aproximada de media legua y le dan sombra dos hileras de árboles. Este paseo es visitado desde la Pascua hasta Pentecostés, el anterior en otoño y la Alameda durante el invierno, de modo que en los períodos en que es frecuentado uno de los paseos, los otros dos quedan desiertos y abandonados.