ART. 5° El inquilino saludará muy cortésmente
a su portero, que es primo, por afinidad, del propietario.
AeT. 6° Los artistas y los literatos que vengan a visitar
al inquilino subirán por la escalera de la servidumbre.
-¿Ya no hay más, señor?
-Quedan algunos artículos suplementarios que haré
conocer a usted en su debido tiempo.
-Pues bien, todo es muy justo y muy sensato...
-Se me olvidaba... ¿No es usted masón?
-No.
-Pues lo siento. Mi mujer tiene vivísimos deseos de
conocer esos secretos.
-Si usted quiere, haré que me presenten en alguna
logia.
-Lo estimaré muchísimo.
-Conque quedamos en que treinta pesos...
-Dispense usted...