JUGADORES. - ¡Permiso! Los naipes son suyos; usted es
el dueño; nosotros somos ahora las visitas.
JUGADOR 1° - (Al oído de su compañero).
Cuídate, y muy listos los ojos. No me gusta este Caín. Me va a
cubrir el As con otro As suyo.
(El juego comienza. Todos se agrupan alrededor de la mesa; se
oyen algunas exclamaciones. Al final de la conversación varios de los
presentes se alejan de la mesa con aspecto sombrío. Tomando del brazo a
Kazarin, Shprij se adelanta hacia el primer plano del escenario).
SHPRIJ. - (Con sorna) Se agruparon todos como si comenzara
la tempestad.
KAZARIN. - Me va a dejar aterrorizado por un mes.
SHPRIJ. - Se ve que es un maestro.
KAZARIN. - Fue.
SHPRIJ. - ¿Fue? ¿Y ahora... ?
KAZARIN. - ¿Y ahora?... Se casó y es muy
rico, se ha vuelto hombre de alta posición; parece un corderito y de
verdad es aquel mismo animal... Alguien me dirá que se pueden perder las
costumbres y vencer la naturaleza. Es un imbécil el que afirma eso.
Aunque aparente ser un ángel, sigue llevando el demonio en el alma. Y
aunque tú eres sólo un niño, amigo mío
(Golpeándole el hombro) comparado con él, también tú
ocultas un demonio.