La compartimentación permite que ocurran reacciones que de otra
manera pudieran competir entre sí, si estuvieran confinadas en la misma
solución, en el mismo espacio. Igualmente, permite que puedan llevarse a cabo
simultáneamente las mismas reacciones en diferentes compartimientos.
La transformación gradual y por saltos no son
excluyentes, pero si antagónicas
En el desarrollo de una cosa no se deben ver los fenómenos
implicados, como simples procesos de crecimiento, desligados y aislados unos de
otros y sin ninguna relación de dependencia entre sí, sino como un todo
articulado y único, interdependiente y en mutua influencia con su entorno. Lo
más importante en la relación que establecen las cosas es su mutua
transformación: el cambio cuantitativo y cualitativo de las cosas al
interrelacionar. Por eso, es tan importante lo que se está muriendo como lo que
está naciendo, sus causas, sus interacciones, su transformación uno en el otro,
sus avances y sus retrocesos. Durante el proceso de desarrollo de lo simple a lo
complejo, de la cantidad a la calidad, de lo particular a lo general, el proceso
transformador puede darse de manera gradual o simple y/o por saltos o compleja.
Lo que determina que la transformación se de en forma gradual,
o por saltos es la cantidad y la calidad de las interacciones, entre las cosas
que se relacionan a través del tiempo,. En lo gradual, actúan cosas simples, una
por una, transformándose cuantitativamente en el tiempo. En el salto, actúan
varios movimientos simples pero simultáneos, que convierte el salto en un
movimiento complejo. Esto demuestra que existe una relación entre lo simple y lo
complejo y entre lo gradual y el salto. Lo simple y lo complejo hace referencia
a comparaciones cuantitativas y lo gradual y el salto a cómo se dan dichos
eventos. En este sentido, lo simple se transforma gradualmente y lo complejo se
transforma en forma de salto. Si interactúan dos cosas simples, la
transformación es simple, si interaccionan dos cosas complejas la transformación
será compleja. Pero no siempre todo lo simple es gradual ni lo complejo ocurre
por saltos; lo simple puede dar saltos y lo complejo ser gradual, dependiendo
del tiempo de interacción y de transformación que cada evento emplea.
Las formas de transformación gradual y por saltos no son
excluyentes, lo gradual se puede trocar en salto cuando la adición de procesos
graduales supera el límite cuantitativo y entonces produce una variación
cualitativa drástica. Toda cualidad tiene límites cuantitativos mínimos y
máximos, es decir, admite cambios cuantitativos sin que se modifiquen las
características particulares que lo identifican, pero cuando se traspasan dichos
límites, la adición o sustracción se troca en salto a otra cualidad. Esto hace
que lo gradual no excluya el salto, dado que el uno se puede transformar en el
otro, aunque en su transformación son antagónicos. El antagonismo radica en que
las transformaciones graduales no pueden acumularse eternamente, cada cambio
altera las relaciones entre las partes hasta un punto en el cual se originan
nuevas relaciones, totalmente diferentes a las que precedieron a cada cambio. En
un determinado momento, o cesan los cambios graduales y no hay salto a otra
cualidad o continúan hasta que el cambio cualitativo o salto ocurre, he ahí el
antagonismo. En este contexto, no existen cambios neutros en el sentido estricto
de la palabra, pues cambios continuos "neutros" son mas bien formas graduales.