Lo que determina que una cosa sea simple o sea compleja
es el número y la calidad de movimientos que interactuan dentro de esta y su
relación con otras cosas
El número y la calidad de movimientos y su relación con el
entorno o con su inmediata vecindad, es lo que determina que una cosa sea simple
o compleja. Así, un electrón es "simple" respecto a formas de movimiento más
complejas como el átomo, la molécula, la célula, el organismo el al sistema
solar y el universo. Pero a la vez el electrón es "complejo" respecto a sus
elementos o partes "más simples". Cuando se hace referencia al número de
elementos que conforman una cosa, en su intento para relacionarla como cosa
simple o compleja, lo que se hace es compararla con otras cosas.
La razón de la diferencia entre lo simple y lo complejo es el
número de elementos y de formas de movimiento implicadas en cada una de las
partes ínteractuantes. Durante el desarrollo del proceso, en la medida en que el
movimiento "simple" incrementa sus interacciones con un mayor número de
movimientos o de formas particulares de movimiento, se tornará en complejo. De
hecho todo movimiento complejo es la suma de movimientos simples que ocurren
simultáneamente.
En la transición de lo simple a lo complejo, durante su
desarrollo, movimientos simples solo pueden establecer relaciones simples con
las demás cosas. De hecho, lo simple puede interactuar con otros movimientos
simples o complejos pero la relación que establecen entre sí será siempre
simple. De esta manera, se establecen relaciones entre una partícula y otras
partículas, entre un átomo y otros átomos y entre una molécula y otras
moléculas. Una sola partícula, "simple", por ejemplo un fotón o un electrón,
pueden interactuar con un organismo o con el planeta pero su relación será
simple, e influirá o afectará solo a unas cuantas partículas, pero no a todo el
organismo o a todo el planeta. Las denominadas fuerzas débiles, en física y
química, son otro ejemplo de como las relaciones "simples" solo pueden
establecer interacciones simples que sumadas en su conjunto son muy importantes.
En este caso, las fuerzas débiles sólo pueden establecer relación con otras
fuerzas débiles, no tienen interacción directa con las fuerzas fuertes ni
electromagnéticas, que son "complejas" respecto a éstas.
El movimiento de una cosa depende de la cantidad de materia que
posee y de la interacción con los demás movimientos que están en su inmediata
vecindad. Esto es verdad para las partes más simples de un átomo, para los
átomos, para las moléculas, para los organismos más simples, para los humanos
individualizados y para las sociedades humanas.