El martes 11 de septiembre de 1973 me levante como de costumbre
para ir a trabajar, entraba a las ocho de la mañana, pero igual debía levantarme
muy temprano por el tiempo que llevaba el viaje de Quilpue a
Valparaíso.
Recién cuando iba llegando a la calle donde debía tomar el
transporte empiezo a darme cuenta que algo anormal estaba sucediendo, a la
distancia veía mucho transito de vehículos y gente en las veredas. Cuando llego
a la esquina de mi calle con la avenida principal veo que se trataba de
vehículos militares, llenos de marinos y carabineros armados y todos iban en
dirección a Valparaíso. Recuerdo que junto a otras personas nos acercamos a un
kiosco de diarios y por la radio nos enteramos que las fuerzas armadas estaban
tomando el gobierno, en lo que ellos llamaban "pronunciamiento
militar".
Si bien es cierto que todos presentíamos que algo así estaba en
gestación y que podía ocurrir en cualquier momento, no lo esperaba tan de
repente.
El domingo anterior, mientras
pintaba la reja de mi casa de color rojo, escuchaba el discurso del secretario
general del partido socialista donde abiertamente pedía que el pueblo tomara las
armas para defender al gobierno del presidente Allende.
Mientras tanto seguía en la parada del colectivo viendo con
sorpresa y mucha preocupación cómo seguían pasando vehículos con militares hacia
Valparaíso.
De pronto un vehículo con carabineros se detiene al lado nuestro y
un carabinero nos grita:
-Todo el mundo a sus casas, hoy no se trabaja.
De inmediato nos dispersamos de la parada y emprendimos el regreso
a casa. Cuando Patricia me ve llegar me pregunta que es lo que me había pasado y
respondo poniendo la radio donde empezamos a escuchar las escasas noticias del
golpe militar en contra de nuestro gobierno.
En ese momento se transmitían los primeros "bandos militares"
informando a la población que las fuerzas armadas de Chile habían decidido
hacerse cargo del gobierno, que la población tenía que estar tranquila y que el
Presidente Allende debía entregar el gobierno a la junta militar encabezada por
el general Pinochet e integrada por los jefes de la aviación, marina y
carabineros.
A media mañana se empezaron a ver aviones y helicópteros
sobrevolando la ciudad de Quilpue. En el barrio nos empezamos a juntar y a
comentar lo que estaba pasando, todos estábamos muy preocupados y nerviosos.
Recuerdo que en ese momento venia llegando el "gordo Jaime", socio de la
cooperativa, fanático demócrata cristiano que odiaba a los de la unidad popular
y nos dice:
-Ahora van a ver los upelientos, ya están todos
cagaos de miedo.
Con la bronca que le teníamos al "gordo" y las noticias que
seguíamos recibiendo, aumentaba nuestra preocupación y no era para menos
estábamos viviendo una situación que no imaginábamos y que no habíamos vivido
nunca.
Para peor no había ninguna noticia del gobierno lo cual nos tenía
a todos tratando de sintonizar las radios que sabíamos que eran partidarias del
gobierno, pero todas transmitían solamente música en cumplimiento de las ordenes
de los militares que prohibían informar sobre lo que estaba
sucediendo.
Alguien comento que por radio Moscú, decían que el presidente
Allende había rechazado el avión que le ofrecieron los milicos para que, junto a
su familia, se marchara fuera del país.
Cerca del mediodía se empieza
a escuchar radio Magallanes, la radio más comprometida con el gobierno popular y
anuncian que el presidente le va a hablar al pueblo de Chile, todos corrimos a
nuestras casas a sintonizar la radio Magallanes, recuerdo que junto a Patricia y
nuestras hijas, que aun no se daban cuenta de lo que estaba pasando, nos
sentamos a escuchar lo que fue el último discurso del presidente Salvador
Allende.
Fue un breve mensaje, nos contaba cómo se estaban sucediendo los
hechos, la traición del general de carabineros que momentos antes le había
confirmado su lealtad al gobierno, que no pensaba entregar el gobierno a los
militares sublevados y que solamente muerto lo iban a sacar de la casa de
gobierno, luego se despidió del pueblo y los trabajadores de
Chile.
Apenas termino el mensaje de Allende, la radio quedó en silencio.
Había sido bombardeada por aviones de guerra.
§