Alfred Döblin describe el "espacio de muerte" de un
matadero en la ciudad de Berlín en el año de 1929.La descripción establece la
relación de semejanza entre la muerte del hombre y del animal a través de la
barbarie de la sociedad confinada, en masas de individuos, en los espacios de
exterminio autoritario, en los que se desarrollan la temporalidad opresiva de
los años que transcurren desde 1929 hasta que finaliza la II Guerra Mundial.
Escribe Alfred Döblin:
"El matadero de Berlín. Al nordeste de la ciudad, entre
la Eldenaer y la Cotheniusstrasse, pasando por la Thaerstrasse y por la
Landsberrger Allee, a lo largo del ferrocarril de circunvalación, se extienden
las casas, naves y establos del matadero y de los
corrales.
Ocupa una superficies de 47,88 ha, equivalente a 187,5
fanegas, sin contar los edificios de detrás la Landsberge Allee, se ha tragado
27.083.492 marcos, de los cuales 7.682.844 corresponden a los corrales y
19.410.648 marcos a los mataderos."
4.2 Espacio de muerte
Döblin sitúa el espacio de muerte y le da homogeneidad
monetaria. Las coordenadas de lugar y dinero sirven para precisar el matadero
como un lugar de muerte, no en una abstracción, sino la conversión del espacio y
la muerte en los equivalentes universales del dinero. En el espacio del matadero
confluyen los flujos de dinero-muerte, de dinero-mercancía, el tegumento del
dinero-valor une el espacio y el tiempo. El espacio de la muerte y su
equivalencia económica. Sobre el espacio va cayendo el flujo abstracto del
dinero. El espacio de los corrales y el matadero se ha tragado los flujos
monetarios. La industria de la muerte es una inversión monetaria que se concreta
en activos empresariales. La muerte es apropiada por el dinero.