Eterno retorno de lo mismo. La voluntad es la naturaleza
que cada ser experimenta en un espacio y en un tiempo evanescentes.
La filosofía de Schopenhauer niega la realidad de todas
las apariencias materiales, que son una voluntad en el espacio y en el tiempo de
una voluntad universal.
La actividad infinita de la fuerza de la vida no
proporciona una satisfacción infinita. Ella lleva a la persona al dolor y a la
muerte, en un ciclo de nacimiento, muerte y renacimiento y adopta, en el tiempo
y el espacio, la apariencia del cuerpo, que es así su representación. Partiendo
del principio de que la voluntad es la naturaleza innata de un cuerpo, como una
apariencia en el tiempo y en el espacio, Schopenhauer llega a la conclusión de
que la realidad innata de todas las apariencias materiales es la voluntad, y que
la realidad última es una voluntad universal. Para Schopenhauer, la tragedia de
la vida surge de la naturaleza de la voluntad, que incita al individuo sin cesar
hacia la consecución de metas sucesivas, ninguna de las cuales puede
proporcionar satisfacción durable a la actividad de la vida. Al igual que el
budismo exige la renuncia del deseo, a los impulsos de los apetitos de la
voluntad, para llevar al hombre fuera del dolor, del sufrimiento y de la muerte.
Pero el ciclo budista de nacimiento, muerte y renacimiento, no es causal al
deseo, a los impulsos constantes de permanencia en el mundo, sino a la opresión
de la organización social de las minorías, a la opresión absoluta del poder
jerárquico de las castas, que controlan el lenguaje litúrgico y la organización
de la aldea comunal, que provoca un excedente económico ritualizado en la casta
y que se cifra en las obligaciones de sobrevivir a la miseria de los campesinos
hindúes, la voluntad universal y jerarquizada, que transforma la realidad en un
velo encubridor, de una intencionalidad que aplasta a los individuos en la
fatalidad de conformar con sus actos un karma, que gira en el eje de una rueda
de incesantes retornos degradativos o dignificativos, en una escala por la que
se asciende al nirvana o al mundo del deseo.