4.4 Eterno retorno
La voluntad se sobrepone al eterno retorno de
contradicciones irresueltas en términos de negación de la jerarquía de clase y
señorío. El río que fluye de la vida está más allá de la experiencia moral. La
voluntad experimenta la acción sin conciencia del error.
"Un hombre joven, de cara pálida, con el cabello rubio y
aplastado, tiene un cigarro en la boca, ¡Mirado es el último hombre que se
ocupará de vosotros! No penséis mal de él, sólo cumple con sus obligaciones
.Tiene que arreglar con vosotros un asunto administrativo. Sólo lleva botas,
pantalones, camisa y tirantes, las botas hasta las rodillas. Ese es su uniforme.
Se quita el cigarrillo de la boca, lo coloca en un estante en la pared y coge un hacha larga del rincón. Es un
emblema de su autoridad, de su superioridad sobre vosotros, como la chapa de la
policía criminal. Enseguida os la enseñará. Es un largo mango de madera que el
joven levanta a la altura de sus hombros sobre los cerditos alborotadores, que
hozan, olisquean y gruñen debajo tan tranquilos. El hombre va de un lado a otro
con la vista baja, buscando, Se trata de la pesquisa sobre cierta persona, sobre
cierta persona implicada en el caso x contra y(.) ¡Zas!.Uno ha salido corriendo
ante sus pies, ¡zas! otro más. El hombre es más rápido, ha quedado bien, el
hacha ha caído silbando, se ha hundido en la aglomeración por su lado romo
golpeando una cabeza, otra cabeza más. Algo patalea en el suelo. Algo se agita.
Se mueve de un lado a otro. Ya no sabe nada. Y se queda allí. Qué hacen las
patas, la cabeza, Pero eso no lo hace el cerdo, .Y dos hombres de la sala de
calderas ya, ahora les toca ellos, levantan una puertecita que da al lugar del
sacrificio, sacan arrastrando al animal, afilan el largo cuchillo en un hierro y
se arrodilla, shhn. shhh, han golpeado el cuello, han desgarrado de un largo
corte, un corte muy largo en el cuello, abren el animal como un saco, cortes que
se hunden profundamente, el animal se estremece, patalea, se debate, pierde el
conocimiento, ahora sólo el conocimiento, pronto algo más, chilla y ahora le
abren las venas del cuello. Está incisivamente inconsciente, hemos entrado en la
Metafísica, la Teología, hijo mío, ya no andas por la tierra, ahora flotamos
sobre nubes. Rápidamente el balde plano, la sangre caliente y negra cae a
borbotones, espumea, forma pompas en el balde, hay que revolverla, hay que
revolverla rápidamente, la sangre se cuaja en el cuenco, forma coágulos, tapona
las heridas Ahora está fuera del cuerpo y sigue queriendo coagularse. Como un
niño que grita papá, mamá, cuando está en la mesa de operaciones y mamá no pinta
nada, y mamá no quiere venir, pero uno se asfixia bajo la mascarilla de éter, y
todavía sigue gritando, hasta que no puede más: mamá. Ris, ras, las venas de la
derecha, las venas de la izquierda, Hay que revolver de prisa. Así, ahora ceden
los estremecimientos. Ahora está tranquilo. Hemos llegado al fin de la
Fisiología y de la Teología, comienza la física."