En el caso argentino; la universalización de algunos servicios
como, por ejemplo, el acceso a la educación, a la formación, a la información; y
de derechos: a la igualdad entre sexos, condición social, etcétera. Han tenido
su proyección sobre lo que, posteriormente, se ha denominado como una creciente
crisis de legitimidad de las instituciones públicas y de los partidos políticos
dejando al descubierto las limitaciones de la democracia
representativa.
Así, las libertades y derechos alcanzados tras el fin del Proceso
de Reorganización vieron, con la llegada de la democracia la persistencia y el
incremento de la pobreza, de la exclusión social, del desempleo, de la
inseguridad, de la degradación medio ambiente, y los cuestionamientos se
orientaron hacia los modelos de producción y de desarrollo económico.
Los nuevos movimientos sociales que surgen en el escenario de los
90 son por tanto, resultado de la defi ciencia en la satisfacción de las
necesidades y de las expectativas respecto de la satisfacción de las mismas de
una forma óptima, de la universalización de valores que igualmente entran en
contradicción con las condiciones concretas, con colectivos específi cos, con
ámbitos locales por lo que tanto los efectos positivos, en el sentido de
universalización de bienes tecnológicos y valores posadquisitivos; como los
efectos perversos (externalidades sociales, que llevan a la ingobernabilidad; y
ambientales, que llevan a la insostenibilidad) de la metropolitanización, de la
homogeneización cultural y de la mundialización económica, vienen a explicar la
explosión del Tercer Sector, pero todo ello también nos ayuda a sentar las bases
para especifi car sus rasgos y cualidades. Estos son, entre otros, las
contradicciones y riesgos propios de una ?ciudadanía societaria? que ha de superar numerosas adversidades para
conquistar su lugar bajo el modelo social imperante.