El trabajo que nos presenta Dídimo Castillo Fernández, América
Latina en la paradoja de la globalización la crisis del neoliberalismo,
destaca que la globalización es un fenómeno económico, cultural, tecnológico
y comunicacional inherente al capitalismo, que tiene su base en las
transformaciones económicas y en las comunicaciones cada vez más instantáneas,
impulsadas a partir de la
Segunda Guerra Mundial. Por su parte el
neoliberalismo es el resultado de las crisis experimentadas por los países
capitalistas avanzados a mediados de la década de los 70´s y la adopción de
nuevas estrategias globales de competencia en los mercados internacionales.
Considera que la globalización como fenómeno inevitable e irreversible, se
encuentra en pleno auge y sigue en ascenso, en tanto que, el neoliberalismo,
está pasando de una etapa de consolidación a otra de declive y decadencia, con
lo que se puede decir que está en crisis. Reflexiona en la historia del
neoliberalismo para recalcar que no cumplió las promesas de desarrollar
regiones, por tanto la integración ha sido lenta y en algunos casos trunca, por
lo que ha provocado una creciente oposición en América Latina, principalmente.
Hace hincapié en la relación del crecimiento económico con la relación del
ingreso, fuerza de trabajo, pobreza, inversión extranjera, resultado de la
globalización instaurada. Observa que el modelo neoliberal promovió la libre
competencia de los mercados y privilegió la eficacia económica sobre la
solidaridad social, lo que modificó el modelo laboral, manifestándose cambios en
la residencia de los sujetos, propiciando la movilidad y la migración. En ese
sentido, menciona que se produjeron sucesos, los cuales marcaron
transformaciones profundas no solo en el ámbito económico y político, sino
también modificaron la estructura de clases.
La globalización como fenómeno económico, político, social y cultural ha
generado consecuencias que muestran un panorama dicotómico, una de ellas refiere
al desplazamiento de la política por la lógica del mercado, situación que induce
verdaderas crisis y ocasiona falta de identidad, destradicionalización, lo cual
afecta y condiciona el espacio y con ello, el sentido de pertenencia a la
comunidad, este panorama contextual se presenta en el artículo
Globalización-ciudad y ciudadanía: una reflexión transversal de
Alejandra Chávez
Ramírez , quien examina el proceso de globalización como un
fenómeno que ha ido tomando fuerza en el transcurso del tiempo, propiciando la
relevancia de nuevos actores globales que inducen las políticas planteadas por
el Estado-nación, lo cual concibe al espacio como un referente multidimensional.
Analiza como resultado de la globalización la subjetividad y la significancia
que tienen los nuevos espacios, situación que origina una interacción
diferenciada, al tiempo que organiza la ciudad y muestra modificaciones
comportamentales de consumo en los sujetos, basadas en la instantaneidad del
momento, lo cual conlleva a la individualidad, que prevalece por encima de la
convivencia duradera, imprimiéndole otra dinámica a la sociedad, que traslapa el
espacio público dentro del privado. Al alterarse el espacio repercute en la
comunidad modificando las prácticas sociales y comunales por individualidades e
insulares; en este sentido la autora observa un redimensionamiento de las
ciudades de hoy, los cual conduce a clasificarlas en distintas ciudades, tales
como: dormitorio, fantasmas o vacías, conurbadas, turísticas, marginales,
globalizadas-privatizadas; todas ellas van presentando evidencias extremas de
pobreza y riqueza.
La propuesta Teletrabajo: el control laboral en la era de la
globalización de Paula
Lenguita, revela las relaciones de poder que
convalida el sistema de teletrabajo, admitiendo que acarrea mecanismos de
control laboral a su paso, la innovación de estos mecanismos de control
empleados para vigilar a la población alejada de la geografía de la empresa, es
el tema que le ocupa, también tiene como propósito ampliar los márgenes de
sujeción laboral en la misma medida en que se disminuyen los costos
empresariales para supervisar el trabajo; en este sentido, la innovación la
entiende como una complejidad de los mecanismos de control laboral. Así mismo,
analiza el teletrabajo como un emblema de la reestructuración empresarial,
independientemente de la pasividad y generalización. Recalca que en términos de
relaciones de poder el teletrabajo como esquema es perfecto, pues propicia la
fragmentación de la fuerza de trabajo sin afectar el fluido desenvolvimiento de
los intercambios para alcanzar los anhelados objetivos de rentabilidad
económica. Menciona que el teletrabajo ha transitado un largo recorrido que ha
pasado a ser el corazón de políticas urbanísticas, considerándolo como la
solución para descentralizar la producción y combatir la contaminación derivada
del transporte urbano que lleva a los trabajadores a su sitio de trabajo.
Considera una contradicción que la deslocalización del teletrabajo está ubicada
como una problemática local, pues se cree que con él se reducirá la emigración
laboral, que busca mejores condiciones de oportunidades económicas con su
consecuente empobrecimiento de regiones rurales o periféricas de los centros
urbanos a nivel mundial. Además, señala que el teletrabajo hace posible un
régimen por medio del cual se cercenan la capacidad de cuestionamiento colectivo
de los trabajadores frente a cualquier tipo de arbitrariedad o maltrato
empresario.