Si tratan de pensar esto como algo histórico, real, no lo
entenderán. Es una parábola. Y es absolutamente verdadera, no real-concreta.
El verdadero pintor se disuelve en su pintura, y el verdadero
poeta desaparece en su poesía. Pero esa clase de creatividad pertenece al
místico, y dado que el místico desaparece en su creatividad, no tiene tiempo ni
siquiera de firmar su pintura, o su poesía. Los poetas pueden hacer eso, porque
en el momento en que la ventana se abre, ellos ven más allá, y la ventana se
cierra.
Kahlil Gibran ha escrito casi treinta libros. "El Profeta", que
es el que nosotros vamos a discutir es el primer libro, los restantes son
basura. Este es un fenómeno extraño, ¿qué le ha pasado al hombre? Cuando
escribió esto, era joven, 21 años de edad. Uno hubiera pensado que después
vendría más y más. Y el trató mucho, por el resto de su vida siguió escribiendo,
pero nada apareció que fuera siquiera cercano a la belleza y a la verdad de "El
Projeta". ¡Quién sabe, la ventana no se abrió nunca más!
Un poeta es accidentalmente un místico. Es por accidente... una
brisa viene, tú no puedes producirla. Y debido a que él se hizo famoso en todo
el mundo, éste es el libro que ha sido traducido a casi todos los idiomas del
mundo, trató muy duramente de hacer algo mejor y allí es donde falló. Es muy
infortunado que nunca se encontró con un hombre que le podría haber dicho una
simple verdad: "Tú no has tratado cuando creaste "El Profeta", sucedió. Ahora
estás tratando de hacerlo."
Ha sucedido, no es algo que has hecho. Tú puedes haber sido un
vehículo. Algo que no era tuyo... como un niño nace de una madre. La madre no
puede crear al niño, ella es simplemente un pasaje. "El Profeta" pertenece a la
categoría de un pequeño número de libros que no dependen de tu acción, de tu
inteligencia, no dependen de ti, por lo contrario sólo son posibles cuando tú no
eres, cuando permites que sucedan, cuando no te pones en el camino. Estás tan
relajado que no interfieres.
Este es uno de esos raros libros. En él, ustedes no encontrarán
a Kahlil Gibran, esa es la belleza del libro. El permitió que el universo
fluyera a través de él, él es simplemente un medio, un pasaje, simplemente un
bambú hueco que no molesta al músico que toca la flauta.